martes, 16 de febrero de 2021

RAZONES PARA QUE DEJES DE JODER PARA COMER

 

JODER PARA COMER NO TE HACE CRECER

 

Por: Jorge Arturo Abello Gual

 

Uno de los mayores intercambios culturales y sociales es la comida, y joder para comer afecta las relaciones interpersonales.

La comida es una de las necesidades fisiológicas más elementales, y los gustos sociales más importantes. Las personas podrán suprimir muchas actividades de su vida, pero nunca podrán dejar de comer.

Cuando una persona está en un restaurante, puede escoger, elegir y pedir a su antojo, lo que le apetezca, y obvio que puede exigir las condiciones de calidad y sabor de su comida. Pero no siempre estamos en un restaurante.

La comida implica un esfuerzo humano que va desde la recolección del alimento, el transporte, la conservación, la preparación, la presentación y las reglas para comer. Quién jode para comer, sin razón, menosprecia dicho esfuerzo, y sencillamente va a generar una gran frustración en la persona que se unió a todo un esfuerzo colectivo previo para ponerle un plato de comida en la mesa.

En familias pobres donde la comida escasea, el esfuerzo por ofrecer un buen plato de comida es mucho mayor, a veces con que exista la comida es suficiente, sin importar qué clase de comida sea la que llega. Como se dice en términos generales, nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, solo el día en que nos falte por alguna razón nuestro plato de comida, es que alcanzamos a valorar lo importante que es para nosotros.

 Los niños por lo general no tienen la capacidad para comprender el esfuerzo que hacen sus padres, en tiempo, en recursos y en logística para traer a sus casas un plato de comida, solo padecen la sensación de hambre, y dicen qué les gusta y qué no les gusta, -aunque en la pobreza muchas veces no se tiene esa posibilidad-, sin embargo, a medida que van creciendo y se dan cuenta de lo duro que es a veces conseguir la comida dejan de lado los gustos, y se solidarizan con los padres, en otros ambientes, sencillamente se desprecia la comida, o se bota en la basura como desperdicio.

En este punto, saber valorar todo el esfuerzo que implica la comida es una señal de respeto, solidaridad y cariño a quién hace el esfuerzo, y quién sin duda se verá altamente frustrado cuando alguien lo desprecia.

La comida es cariño, amor y afecto. La comida genera remembranzas, es decir, los sabores hacen que la gente recuerde a personas, lugares, situaciones o momentos, una cucharada de una sopa, puede hacer que el cerebro recuerde situaciones o momentos que han pasado hace muchos años. Y las situaciones pueden ser positivas o negativas, de acuerdo con lo vivido, lo cierto es que la comida y sus sabores son como álbum fotográfico que te llena de recuerdos. Así que si tu madre te invitaba a comer un helado de fresa en determinado sitio, cada vez que comas ese helado, te acordarás de ese momento.

La cocina, dicen que es un trabajo ingrato, es decir, una persona dura horas preparando un plato de comida, cocinando sus ingredientes, haciendo las mezclas y hasta correteando a animales para lograr un resultado final: un plato muy trabajado durante horas, con la ilusión de que les agrade a sus familiares, amigos, etc. Más es lo que dura una persona cocinando que las personas en comerse la comida, y mucho menos en criticar o despreciarla.

Para gusto los colores, y si bien, no tiene que gustarte toda la comida, al menos por educación valora el esfuerzo, el tiempo y el amor que invierte cada persona en la comida que prepara. Es como aquél que construye un castillo de arena, y llega alguien, tropieza y cae encima de este. Eso sin duda puede ocasionar una trifulca.

La comida significa también cultura, uno de los más grandes intercambios culturales es la comida. En cada país hay un plato típico, incluso en cada ciudad, existe un plato típico, que representa el orgullo, sentimientos y remembranzas de sus habitantes. Hay comida mejicana, italiana, china, tailandesa, etc. Los intercambios culturales entre países generaron la mezcla de sus tradiciones y sus comidas. Los espaguetis surgieron de la mezcla de la salsa para pizza, con los fideos chinos por ejemplo. Aprender de una cultura, también implica aprender su comida, pues de ahí parten muchas tradiciones y también se desarrolla la economía y la industria. Quien rechaza una comida de un país, se enfrenta a rechazar su cultura, y algunas partes del mundo, es inclusive un insulto. No todo te tiene que gustar, pero si quieres caer en gracia en una cultura nueva, no es conveniente despreciar su comida.

En el campo familiar, la comida no es solo una forma de demostrar afecto, es también un intercambio cultural. Cuando en una familia se te ofrece un plato de comida preparado en casa, y se te advierte que es una de las especialidades de la casa, ello implica, prueba parte de lo mejor de nosotros. Definitivamente, no todo te tiene que gustar, pero cuando estás en una situación como esta, no es muy conveniente armar un berrinche para rechazar la comida, pues se traduce en un desprecio, y en algunas familias es una falta de respeto.

En resumen si jodes sin razón, te cierras las puertas.

Por otro lado, como la comida es una necesidad fisiológica fundamental, siempre se ha utilizado como una excusa social para reunir a las personas alrededor de una mesa y compartir en familia, con amigos o con conocidos. En las comidas se suelen conmemorar los mayores eventos sociales, matrimonios, cumpleaños, premiaciones, lanzamientos. Cuando una persona jode para comer, no se hace especial, se convierte en un problema para quienes organizan los eventos. Estas personas que joden para comer a veces prefieren no asistir a los eventos para no sufrir con la comida, incluso los que organizan los eventos a veces los excluyen de las invitaciones. Es una situación compleja invitar a un vegetariano a un asado, o invitar a un bar a una persona que no toma, son algunos ejemplos de situaciones incómodas tanto para los que invitan como para los invitados. Para los gustos los colores, y si bien no todo te tiene que gustar, la idea es que sepas disfrutar los intercambios culturales y superes los límites que llevan al sufrimiento, de no disfrutar una reunión agradable.

Y vuelvo y digo, para gustos los colores, no todo te tiene que gustar, pero el restringir tu dieta a unos pocos platos de comida, restringe también tu proceso de socialización. También pueda que tengas un TOC con la comida, esto es un trastorno obsesivo compulsivo que te impida salir de comer la misma comida siempre, esto quiere decir, que te obsesionas con comer un número limitado de comida, y probar otras cosas, implica un sufrimiento, similar a el de una persona con TOC, que no puede pisar la línea de las baldosas por las que va caminando. Estas personas sufren mucho para cambiar sus hábitos alimenticios, y sufren cuando algo se le cambia, en cantidad, proporción y presentación, y tiene que ver con un trastorno, y nada con el sabor, ni con la realidad, es sencillamente una distorsión causada por un trastorno mental.

Joder para comer, también puede implicar una forma de vacío afectivo, exigir determinada comida, es como exigir que te quieran a la vez. En este orden de ideas joder para comer, no tiene una razón de ser, sino un propósito de manipulación afectiva, donde se tortura a sí mismo, y a la otra persona, con un circulo vicioso, si no me das esto, no como, si no me das esto, no me quieres, y si no como todos sufrimos, así que dame lo que quiero. Es mucho la lógica de los niños, pero ¿puede vivir un niño de comer solo dulces? O ¿puede vivir un niño solo comiendo pasta o arroz? Todo ser humano crece y aprende, y para ello debe experimentar y conocer otros sabores, igualmente aprende de la experiencia colectiva de las personas que están a su alrededor, por ejemplo, los familiares le van enseñando a los hijos que es rico y que es feo. Crecer en la alimentación no es un proceso fácil, pero si se deja la alimentación en manos del niño, solo va a querer comer dulces y gaseosas, y ello, por falta de conocimiento y falta de experiencia.

El gusto por la comida es un proceso de formación, primero solo nos alimentamos de la leche materna, y luego poco a poco vamos probando cosas nuevas, y vamos ampliando nuestras perspectivas alimenticias. En ese proceso vamos definiendo qué nos gusta y qué no, pero mucho de nuestros gustos dependen de nuestro entorno y de nuestras experiencias. Personas que tuvieron una mala experiencia con determinada comida, les queda un bloqueo por esa mala experiencia, y deciden suprimirla del menú permanentemente, como aquel que un día se comió un huevo descompuesto, sufrió una intoxicación y a partir de ese momento, decidió que no comía más huevos. Esto es un proceso traumático, que produce un bloqueo mental que genera una idea errónea, de que cada vez que coma huevo me voy a enfermar. En el caso de la comida, nunca es la misma, varía de acuerdo con la forma, los ingredientes o de persona a otra persona, por ello, nunca te bañas dos veces en el mismo río, cuando de comer se trata, siempre hay algo diferente.

Ahora bien, es claro que no todo te debe gustar, y la comida puede ser muy rica, pero también muy fea, y cuando es este el último caso, sin duda debes salir corriendo. Un parámetro que te enseña cuando salir corriendo, es cuando todas las personas están de acuerdo que la comida es muy fea. Pero cuando todo el mundo dice que la comida es muy rica, y a ti te sabe feo, puede ocurrir lo siguiente, que estés embarazada -si eres mujer-; que el cocinero te tiene rabia y dañó la comida a propósito; o que definitivamente el problema eres tú, que te acostumbraste a joder para comer, sin razón.

La comida también es salud, alguien dijo, eres lo que comes. En definitiva, si comes mucho dulce, si comes muchas harinas, si no comes verduras o frutas, si no comes lácteos o no comes proteínas, todo ello se te nota en un tu cuerpo. Comer balanceado sin excesos es el ideal de toda persona, por ello, si limitas tu forma de comer a determinados alimentos, o rechazas otros que sin duda son importantes, vas a tener un desequilibrio nutricional, y vas a sufrir sus consecuencias. Igualmente, existen dos extremos en los que no se puede caer, y son o comer mucho o no comer. Lo cierto es que ambos extremos llevan a descompensaciones alimenticias que pueden conducir a enfermedades físicas o mentales como la bulimia o la obesidad mórbida.

Por último, el tema de las alergias y la intolerancia a ciertos alimentos, es una condición física que produce una reacción orgánica aflictiva para quién la padece, muchas de estas personas desearían no tenerla y poder comer sin ninguna prevención la comida. Si no padeces este tipo de alergias, no hay razón para que las inventes una razón para joder para comer, y sencillamente crece, abre tu mente y no jodas a los demás.

En resumen, abre tu mente y disfruta de la comida, y no la utilices como una excusa para llamar la atención o hacerte el importante, porque en muchas ocasiones, te cierras las puertas, y haces sufrir a los demás, yo pasé por eso de niño, y la pasé muy mal, debo pedirle perdón a mis padres por tanto joder, y cuando dejé de hacerlo, fui más feliz, ellos también, y mi mamá aprendió a cocinar mejor, creo que tanta jodedera, bloqueaba o frustraba su arte culinario.

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