martes, 3 de noviembre de 2020

EL JUICIO DE LA HISTORIA -POR TARQUINO PACHECO-

Por: Tarquino Pacheco.



La toma del poder político en Cuba a inicios de la década de los 60 por parte de un grupo de jóvenes guerrilleros denominados “los barbones”, quienes bajaron a La Habana desde Sierra Maestra expulsando a Batista y sus esbirros de Cuba, despertó en América Latina una ola romántica-revolucionaria. Muchos jóvenes de nuestro país se sintieron atraídos, queriendo repetir la experiencia de Fidel Castro, El Che Guevara y Camilo Cien Fuegos entre otros.  Los jóvenes de esa época deseaban emularlos y muchos terminaron siendo los futuros guerrilleros que en nuestra nación desataron más de 50 años de confrontación armada, misma que ha sido la más violentas y prolongada de la historia reciente de América Latina.

Después de este acontecimiento histórico, comenzaron a llegar por millones a nuestro país libros, folletos, periódicos y revistas que contenían las propuestas políticas y filosóficas del materialismo marxista-leninista.  Estos textos eran cargados debajo de sus brazos en el sobaco por parte de los miembros del Partido Comunista, conocidos popularmente como “mamertos”.

Militantes del partido comunista colombiano quienes fungían como portavoces y voceros de la URSS en su facción más radical pro socialista, recitaban como si fueran poemas las tesis de abril de Lenin y anécdotas sobre la transformación de la Rusia feudal a la moderna lograda por Stalin. Por su parte, los del MOIR abogaban por la línea ideológica pro China Comunista. Llevaban dentro de sus catálogos un libro rojo el cual era como una especie de Biblia conocido como las cinco tesis de Mao.

Así las cosas, era común para mi escuchar debates de horas en las aulas del Colegio   Barranquilla y en la UNILIBRE (Carlos M. Palacio) los cuales en su mayoría terminaban en trifulcas a puñetazo limpio, donde volaban por los techos los escritorios, libros de literatura, matemáticas y la Baldor la cual era usada en las revueltas como un arma contundente o garrote por su tamaño y peso. Nunca llegaron a un acuerdo. Hasta el sol de hoy existe una división profunda, diría que odio entre las diferentes facciones de los integrantes de la izquierda radical en Colombia.

Otra forma de lograr adeptos o militantes, era un mecanismo que llamaban “cáele a palo” primero trataban de persuadir al que consideraban como una especie de simpatizante, si este no accedía, lo encerraban en los baños o lo esperaban a las afueras del plantel educativo, fabrica o en las esquinas aledañas, lo rodeaban y a punta de golpes, lo hacían firmar la solicitud de carnet de militancia.

Estas disputas “ideológicas”, se volvieron cotidianas durante toda la secundaria y durante el tiempo que cursé mi carrera de Derecho. Todo se centraba en unas discusiones absurdas y estériles,  se peleaban a dentelladas cuál de los dos regímenes era más exitoso. Las discusiones las ilustraban con películas, en cintas que pasaban en los salones de eventos de las sedes políticas del Partido Comunista (en adelante PC) y el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario ( en adelante MOIR), las charlas eran reforzadas con fotografías que mostraban las caras felices de los Chinos Continentales, Soviéticos, Rumanos, Yugoslavos, Alemanes de Oriente y demás gentilicios de los países del bloque socialista.  Las imágenes que mostraban, señalaban los efectos de las maravillas obtenidas a nivel científico, industrial, agrario, los avances sociales en materia de salud, educación, vivienda y saneamiento básico. Estas nos hacían delirar de la envidia.

Después de tantos avatares en el trasegar de mi vida pública, al recordar esos momentos pienso que en realidad se trató de la influencia ideológica más grande que haya tenido nuestro continente después de la cristiana que se dio durante y después de la colonia. Ambas funcionaban de igual manera. Los militantes de la JUCO (Juventud Comunista Colombiana) pertenecientes al PC y los de la JUPA (Juventud Patriótica) del MOIR, de forma casi similar a los testigos de Jehová imponían a sus militantes un número determinado de visitas a efectuar, a su vez que un mínimo de revistas y periódicos del partido que debían vender en los diferentes sectores de la ciudad y municipios del Departamento. Este modelo se replicó de manera sistemática a lo largo del país.  Su tarea era la de catequizar a la ciudadanía ofreciéndoles un mundo terrenal, feliz e inmediato, planificado y pensado por Carlos Marx y Federico Engels tal como lo plasmaron en sus obras, esto mediante un trabajo político e ideológico férreo y constante. A diferencia del Cristianismo, que ofrece la salvación espiritual y una vida eterna después de la muerte, el Comunismo lo garantizaba en esta vida desde el mismo momento en que la revolución del pueblo se tomara el poder.

Después de setenta años de la revolución Bolchevique, durante la década de los ochenta, acaecieron diversos hechos históricos los cuales mostrarían al mundo las verdades de los regímenes que gobernaban al otro lado de la cortina de hierro. En su mayoría obedecían un patrón o libreto impuesto por el politburó liderado por Josef Stalin quien dirigía el destino de su nación con mano dura, despótica, sin respeto por los mínimos derechos humanos, quien de manera desatinada y con mano de hierro, pretendía unificar un territorio donde confluían gran parte de dos continentes (Europa y Asia) quince Nacionalidades con más de una docena de distintos idiomas, cientos de costumbres y culturas milenarias, diversos credos y múltiples alfabetos.

Como si se tratara de un juego de dominó, implementó un experimento sin ninguna base científica y sociológica trasladando a pueblos enteros de una región a otra, haciendo así una mescolanza social, cultural, idiomática, con costumbres alimenticias, agrícolas y productivas completamente disimiles, pretendiendo con este ensayo crear un nuevo “modelo de hombre soviético”. Ese experimento, acabo con etnias y tribus completas que habitaban hacía miles de años y cientos de generaciones esta región del planeta. Muchos aldeanos se resistieron, la respuesta del régimen fue crear un cerco físico geográfico donde no permitían la circulación de personas, bienes o servicios básicos y esenciales de los más elementales.

En otras regiones donde no se sometieron, quemaron cultivos, sacrificaron hatos completos, destruyeron todos los equipos para arar y trabajar la tierra,  es decir, acabaron con todos los medios de producción y por ende, de abastecimiento alimenticio. Uno de los casos  más relevantes es el conocido como el holocausto soviético, donde prácticamente las represalias Estalinistas causaron una hambruna resultante en la muerte de aproximadamente 4 millones de Ucranianos.  

Sobre nada de esto había conocimiento del lado occidental de la cortina de hierro. El silencio sepulcral y absoluto  junto con el temor reverencial hacia el “Hecho de Acero”, impedía que persona alguna se atreviera siquiera a controvertirlo, quienes lo hicieron pagaron alto el precio frente a un pelotón de fusilamiento, en un gulag y si la suerte acompañada de la gracia divina lo permitía eran exiliados. Hasta después de muerto sus acólitos y el pueblo temblaban con solo escuchar su nombre.

Gorbachov y su equipo de Gobierno introdujeron una serie de medidas conocidas como la Perestroika y el Glasnost, esto fue el principio del fin y disolución de la otrora poderosísima potencia mundial: la URSS. El Orbe comenzó a conocer el fracaso estruendoso y evidente en todos los niveles sociales, económicos y políticos de los países Socialistas donde establecieron ese régimen o sistema de gobierno producto de la división en pedazos de Europa e impuesta por Stalin quien reclamo una porción mayor de la torta. En su ego manía, siempre pensó que él y únicamente el, había derrotado a Hitler y a sus aliados nazis. Al develarse la realidad, al caerse el falso telón,  la apertura política y económica le permitió a los habitantes de los países del bloque socialista, conocer las condiciones de vida de las gentes en los países capitalistas,  conocer los niveles de vida de otras naciones mediante información allegada por los medios de comunicación, televisión y prensa escrita donde mostraban la realidad del universo gris,  las caras llenas de tristeza y desolación de los ciudadanos que vivieron una dictadura de hierro, ejercida por un partido comunista único, que disponía libremente hasta de la propia vida de los que por desgracia tuvieron que vivir del otro lado de la línea. Distinto a lo que mostraban al globo, los líderes de la revolución eran repudiados, odiados por sus pueblos, quienes reclamaban el haberles arrebatado el futuro a varias generaciones.

La China era tan lejana como exótica, antes del año 1978, era poco o casi nada lo que se sabía de ese inmenso y lejano país. Las noticias que llegaban a nuestro continente eran las que el régimen establecido por Mao Tse Tung, máximo líder del partido comunista permitía. Los videos y  documentos escritos que llegaban mostraban el crecimiento y auge del coloso de Asia. Lo mostraban como un país fantástico donde era cosa del pasado la nación atrasada, feudal y rezagada. La pobreza absoluta se había logrado extinguir.  Él era el amo y señor de ese vasto territorio, su voluntad la impuso por encima de sus contradictores, dentro y fuera de sus filas partidistas, nada se hacía sin su aprobación, emulando a Stalin, Mao Tse Tung implementó el gran salto adelante. Estas medidas políticas económicas y culturales desolaron y arrasaron con gran parte de la República Popular de China.  Algunos historiadores, señalan al dictador oriental como el causante de crímenes por encima de Hitler, incluso le dan el calificativo del mayor genocida de la historia.

Al igual que el glasnost establecido por Gorbachov lo que se constituyó en la apertura política de la extinta URSS, en la China su apertura económica y geográfica hacia el mundo en materia de consumo, permitió conocer todo lo sucedido en dicha nación en los más de 70 años de régimen comunista. Los datos históricos, señalan que murieron millones de chinos como resultado de la política impuesta por Mao Tse Tung. La más conocida de ellas, fue la revolución cultural la cual fue el pretexto del dictador para quitar del camino a sus contradictores dentro del partido y de la Nación. Imponiendo sus ideales, recorrió ese amplio territorio acompañado del ejército rojo, el argumento era de evitar filtraciones de ideales burgueses provenientes de occidente, así acabó con poblaciones enteras causando lo que se conoce al día de hoy, como la hambruna de China que dejó millones de víctimas.

La experiencia vivida por varias generaciones de ciudadanos en el mundo socialista por más de setenta años fue desastrosa, millones de vidas sacrificadas, pueblos y etnias completamente extinguidas, expresiones culturales desaparecidas, ríos de lágrimas de dolor causados por decisiones políticas desastrosas  y caprichosas, miles de familias separadas sin ninguna posibilidad de que sus miembros pudiesen volver a verse durante sus vidas,  países y economías en ruina. Este es en términos generales el resultado de la aplicación de las tesis de Marx, Engels, Lenin y Mao, esta fue la vida terrenal llena de felicidad e igualdad que les ofrecieron a sus pueblos.

En condición de experimento de reportero, interactúe con varios ciudadanos en visitas oficiales y personales que realice a diversos países que alguna vez fueron socialistas. En esta labor y tomando como elemento la parte final y título del alegato de Fidel Castro en su defensa al ser condenado en el juicio del cuartel Moncada: “condenadme, no importa, la historia me absolverá”, formulé a personas mayores y jóvenes la siguiente pregunta: ¿De darse las circunstancias de retornar a un sistema político Socialista como el que vivieron, lo respaldarían? La respuesta al unísono fue un NO rotundo. La mayoría en una especie de reflexión dijeron que si Lenin, Stalin, Mao, Jruschov, Brezhnev y Fidel Castro vivieran, harían un juicio sumario similar al del último dictador comunista, el  Rumano NicolaeCeausescu. Los llevarían a todos directamente al paredón y los fusilarían. Arguyeron: “esas barbaridades no debería volverlas a vivir la humanidad”.

Lo paradójico, es que en nuestro país como si las manecillas del reloj giraran en sentido opuesto, el tiempo regresara a los años 70. Aún persisten jóvenes mamertos, que no se han dado a la tarea de estudiar la historia del mundo.

Inmersos en un mar de ignorancia los escucho gritar ¡Viva la Colombia socialista!  

lunes, 13 de julio de 2020

SI NO NOS MATA EL CORONAVIRUS, NOS MATARA LA CUARENTENA.

Por: Jorge Arturo Abello Gual

Si bien, la cuarentena es una forma eficiente de evitar los contagios del Coronavirus, lo cierto es que también la cuarentena puede tener unos efectos contraproducentes en la sociedad.

Por un lado, y ello ha quedado evidenciado con "la rebelión de las canas", donde las personas mayores de 60 años han sido obligados a confinarse en sus casas de forma permanente, bajo la premisa de que son la población más vulnerable porque son los que mayor tasa de mortalidad tienen frente al virus.  La situación si bien no es fácil, tampoco es posible como se evidenció en el fallo de tutela que les dio la razón en primera instancia, considerando que se trata de una violación al derecho a la igualdad, y que terminan por un concepto de protección discriminándolos, y limitando su buen desarrollo de su vida. El problema de estar encerrados por más de tres meses, puede generar trastornos mentales, como la depresión y la ansiedad. Pero además de ello, el sedentarismo y  la falta de actividad física, también le genera complicaciones de salud a este grupo de personas llamados de la tercera edad, que pueden ser incluso igual de peligrosos que el mismo virus. Una mala dieta debido a los problemas para conseguir alimentos, porque carecen de los recursos económicos o porque no pueden ir directamente a los mercados para hacer sus compras, es otro de los problemas que están presentando los abuelitos en está pandemia. Por último, la falta de afecto, por falta de visitas y el aislamiento de sus seres queridos tampoco ayuda en el ánimo, ni en la calidad de vida de estas personas. Los centros de atención médica, y los medicamentos que necesitan, se encuentran limitados, y ello también les complica la existencia. Si no los mata el Coronavirus los matará la cuarentena.

Desde el punto de vista laboral, las empresas que no han podido seguir trabajando, han tenido que iniciar los despidos de los trabajadores. Quienes han podido seguir laborando, son afortunados. El gran problema de todo esto, es que antes, si te quedabas sin trabajo, comenzabas a tocar las puertas, pero hoy este termino esta revaluado: todo esta cerrado, y no hay gente este contratando, sino todo lo contrario están reduciendo personal. No hay empresas abiertas y dispuestas a contratar. Y mientras no tienes trabajo, las cuentas siguen llegando. A los desempleados, si no los mata el Coronavirus, se morirán de hambre. Fuera de eso, no me imagino la desesperación y la depresión en medio de una cuarentena y sin empleo.

La niñez y la juventud confinadas en sus casas, sin saber cuando todo esto se resolverá y puedan retomar sus hábitos de vida anteriores. Los niños también sufren, necesitan salir, relacionarse con sus amiguitos, con sus primos, con sus tíos, con sus abuelos. Los jóvenes necesitan salir, necesitan a sus amigos y demás familiares. Si no se tratan estos temas urgentes, vamos a tener a una niñez y una juventud, bastante parca, tímida, ermitaña y hostil.

En Colombia la cuarentena no ha acabado con el contagio, como en otros países, que ya están sufriendo son focos pero de un nuevo brote. Las economías tuvieron que abrir, y buscar otras formas de combatir los contagios, lo cierto es que en Colombia seguimos insistiendo en la cuarentena, a pesar de que ya otros países la han abandonado, y buscan fórmulas para recuperar la economía. Lo cierto es, que si no recuperamos la economía, si no nos mata el Coronavirus, nos moriremos de hambre.

Insistir en la cuarentena para salvar vidas, es muy loable, pero no puedes pedir que la cuarentena surta efectos, cuando tienes un país con el 40% de pobreza, que vive del diario y del rebusque. Además, ya no se trata de una cuarentena, pues se ha extendido y extendido y ya llevamos 3 meses y medio con medidas restrictivas. Nadie estaba preparado para esto, y si no nos mata el coronavirus, nos matará la cuarentena.

Los dirigentes políticos están compitiendo entre los que más contagiados tengan, y cuantas muertes se producirán, para demostrar su valía política. No habían las condiciones para una cuarentena total, que ha fracasado rotundamente, y fuera de ello, las medidas para mejorar y salvar vidas en el sector salud siguen siendo muy precarias. Se hizo la cuarentena para robustecer el sector salud, para aumentar las unidades de cuidado intensivo, y los respiradores, pero los esfuerzos no han tenido el fruto deseado, muchas ciudades continúan en las mismas condiciones que cuando comenzó la cuarentena, y las que han podido aumentar, no lo han hecho de la manera esperada.

En la actualidad, escasean los tapabocas, escasea el alcohol, escasea la aspirina, escasea la ivermectina, que son los medicamentos que se están usando para atender a los enfermos de Covid, y no existe una decisión política para garantizar el suministro de esas medicinas. Parece que no hubiera el interés de que se acabe la cuarentena.

La cuarentena es el sistema de control más contradictorio, pues ordenar que la gente se encierre no requiere de mucha inversión, pero el encierro de la gente ha constado empleos, empresas y trabajo. El empeño de los gobernantes de encerrar a la gente, sin un plan de reapertura y de reactivación económica, nubla aún más el panorama. No se invierte, solo se gasta, y en medio de los estados de excepción por emergencia de salud, el presidente, los gobernadores y los alcandes, están haciendo fiesta con el presupuesto público, sin ningún control efectivo, puesto que ni el Congreso, ni la Jurisdicción, ni la Procuraduría, ni la Contraloría, están funcionando al 100%. En definitiva, tampoco hay un interés real de que se acabe la cuarentena, porque tienen libertad de gobernar y de gastar, sin que exista un control real, y la terminación de la cuarentena les significa, entregar los poderes ilimitados que ahora tienen, y someterse a los entes de control que les descubran los errores que han cometido. Por ello, tantas campañas de terror con el número de contagiados y el número de muertos. Y a pesar de que se hace urgente un plan para la reactivación y reapertura económica, solo se insiste en la cuarentena, sin ver que a futuro, los niveles de pobreza y quiebra, afectarán gravemente el próximo año las finanzas públicas.

Por último, no sobra recordar que si bien los problemas como la salud mental, el bienestar, la corrupción, han sido tocados, también es necesario recalcar que de seguir así la cuarentena, la delincuencia se va a incrementar, y hoy puede ser un asalto a un camión de suministros de comida, mañana será a las tiendas de barrio, luego serán los almacenes de cadena, y llegará un momento en que no estaremos seguros ni en nuestras casas.

Señores hay que acabar la cuarentena, que ya lleva 4 meses; hay que reactivar la economía urgente; hay que producir los medicamentos que combaten al virus y tener suficiente inventario. Para ello hay que pensar y planificar ya, un plan de reapertura y reactivación económica, porque si no nos mata el Coronavirus, nos matará la cuarentena.

El ser humano se reinventa, se adapta y se amolda a las condiciones que se le presenten, hay que pensar en cambiar, pero ya duele pensar en nuestro estilo de vida que nos han quitado, y este año 2020, en que todo ha sido difícil.


martes, 30 de junio de 2020

EL CORONAVIRUS Y LA CONJURA DE LOS RICOS.

EL CORONAVIRUS Y LA CONJURA DE LOS RICOS.

Por: Jorge Arturo Abello Gual.

¿En Colombia quién estaba preparado para no ganar dinero por más de tres meses? 

En una sociedad como la colombiana donde la población se puede dividir en 20% de indigencia, 40% de pobreza, 30% de clase media, y el 10% de ricos, -por decir una suma más o menos cercana a la realidad-, los efectos devastadores de una cuarentena, que se amplió de mayo a junio, y luego seguirá hasta julio, y de acuerdo con las autoridades públicas se puede extender hasta diciembre, aún no se han materializado del todo.

Lo cierto es que los grupos que conforman la indigencia y la pobreza, viven del diario, y si no reciben un subsidio, no podrán aislarse ni dejar de trabajar, así que la cuarentena nunca fue una opción para ellos, a menos que accedieran a un subsidio.

Por otra parte, los trabajadores y los pequeños empresarios, fueron sorprendidos por la cuarentena y de cosa tuvieron ahorros para uno o dos meses para subsistir a este debacle económico.

El mundo económico se sigue moviendo por internet, los domicilios, los servicios públicos, los arriendos, la comida, los bancos han seguido funcionando, pero hay sectores que no han podido continuar, como son los textiles, transporte, las manufacturas, los servicios y asesorías jurídicas.

Oportunidades para unos, desgracias para otros.

Lo cierto es que en una sociedad tan inequitativa, los que siguen ganando siguen teniendo oportunidades, mientras que los que les ha tocado parar tendrán que enfrentarse a la quiebra.

En estos momentos, quién ha logrado sacarle provecho a la crisis como los supermercados, los servicios de domicilio, los restaurantes, los bancos, y los servidores públicos, tienen la ventaja sobre los demás. Las personas que no han podido producir en estos tiempos, y que a su vez, no pueden mantener sus negocios andando después de más de tres meses de crisis, tendrán que comenzar a vender sus propiedades.

Es mala época para vender, y muy buena época para comprar, la gente en crisis tendrá que vender casas, apartamentos, vehículos,  y fincas.

Aumentar y aumentar la cuarentena va a facilitar la conjura de los ricos...

Solo aquellos cuyos ingresos no han sido afectados, que no han perdido el empleo o que están produciendo a pesar de la crisis, subsistirán en este cataclismo económico que se viene, donde muchos dejaran de ser ricos, otros pasaran a ser pobres, y general muchos cambiarán su estatus socio-económico.

El gran inconveniente de todo esto, es que el aumento de las medidas restrictivas de aislamiento, para proteger la salud, va a destruir todo el sistema económico que se tenía, y la ampliación del tiempo del aislamiento lo que va a generar es la estrangulación de muchos sectores que ya no pueden subsistir en medio de los gastos.

Ni el Gobierno colombiano estaba preparado para todo esto. Ya se había puesto en marcha una reforma tributaria para tapar un hueco de por lo menos 10 billones de pesos, hoy con la disminución del recaudo y con el aumento de los subsidios, se piensa que habrá que tapar un hueco mucho mayor. No hay forma de cobrar más impuestos a una sociedad pobre, no hay forma de seguir manteniendo a un Estado tan burocraticamente tan costoso, y administrativamente tan corrupto. El Estado deberá reducir instituciones como el Congreso de la República, diseñado para crecer de acuerdo con el aumento de la población. También deberá disminuir las obras de infraestructura, y tratar de aumentar la producción Nacional, buscando otras fuentes de ingresos, diferentes a los impuestos.

Todo es problema de tiempos, hasta el momento, las personas han aguantado tres meses, pero si se alarga más la cuarentena -y a eso le apuestan los ricos-, comenzarán los problemas graves de insolvencia y posteriormente de quiebra, y es en ese momento en que comenzaran las ventas masivas, y las cosas comenzarán a bajar de precio escandalosamente, porque por el exceso de oferta y la baja demanda, los bienes se devaluarán. Quien tiene la opción de comprar en estos momentos, comprará por mucho menor valor, aprovechándose de la necesidad.

La conjura de los ricos está garantizada... Ya comenzó con la hipoteca inversa, que es apenas un ejemplo, de cómo los bancos se convertirán en administradoras inmobiliarias. 

El coronavirus ha servido para estrangular a varios sectores económicos, y favorecer a otros.

La verdad es que la economía no aguanta más la cuarentena obligatoria, y en sociedades donde más del 50% de las personas son pobres e indigentes, no tienen más opción que salir y buscar el sustento de cada día, y el otro 40% que lucha, ya no tiene más ahorros para aguantar más de tres meses sin producir.

martes, 23 de junio de 2020

EL DERECHO A LA LIBERTAD Y EL COVID-19


EL DERECHO A LA LIBERTAD Y EL COVID-19

Por: Jorge Arturo Abello Gual.

Quien dijo que la prisión domiciliaria no es un castigo, que hable ahora, luego de tres meses de confinamiento obligatorio.

Luego de tres meses de cuarentena, y con un pronóstico lúgubre en que se habla por parte del Presidente de que tenemos que prepararnos para continuar así, lo que queda del año: amor y amistad y diciembre, hasta que no se encuentre alguna cura para el virus del Covid 19.

Lo cierto es que el aislamiento obligatorio viene generando una gran crisis que hay que revisar, pues esto no parece ser un problema que se va a solucionar a corto plazo.
Situaciones favorables:

  1. El medio ambiente. Sin duda el medio ambiente ha descansado de nuestra contaminación desmedida. Ojala tomemos consciencia que si no era el Covid 19, que nos tuviera a raya, lo sería las malas condiciones ambientales, como la radiación, o los gases del CO2. Nuestro planeta está teniendo un descanso, pero depende de nosotros que siga mejorando.
  2. Las redes sociales y los medios electrónicos han sido la mejor ayuda en estos tiempos. Hemos podido continuar con algunas actividades, y seguimos estando conectados unos con otros gracias a las redes sociales. Hoy se dictan clases por internet, se hacen reuniones ejecutivas, se hacen reuniones familiares, se hacen audiencias judiciales. También se compran todo tipo de productos por internet y se pagan todo tipo de servicios. Se ha demostrado con ello, que no es necesario que un funcionario o un trabajador tenga que gastar horas para trasladarse de un lugar a otro, para celebrar una reunión. Con esto se ha comprobado cuanto gastamos en traslados improductivos y gastamos de más en transporte.
  3. Revisión al consumismo. La sociedad en que vivíamos nos mostraba que debíamos comprar, comprar y comprar. Hoy en día las prioridades son otras, y hemos evidenciado cómo vivir en lo básico y sin necesidad de tantas cosas que la sociedad de consumo nos imponía.
Situaciones desfavorables:

  1. Estados de excepción, dictaduras y restricción de la libertad en un discurso donde se supone que te están salvando la vida. Lo cierto es que se está evitando que la gente muera por falta de atención en los sistemas de salud nefastos con los que contamos. Si se entendiera que si me contagio con el virus, puedo ser tratado y sobrevivir, pero lo que ocurre, es que no hay cama para tanta gente, porque por años, nuestro sistema de salud ha sido saqueado por la corrupción. Además de lo que dicen que se va a crear nuevo, no es otra cosa, que lo que debiera existir desde hace años, y que hoy nos falta porque se lo han robado. Las castas políticas del país que hoy nos dicen, que debemos estar encerrados para salvarnos la vida, son los culpables de que el sistema de salud no tenga capacidad de respuesta para una pandemia.
  2. La acumulación del poder y las dictaduras: Gobernar sin control y sin debate es muy cómodo. Los estados de excepción acumulan el poder y destruyen los controles y poder de la democracia. Los presidentes, los gobernadores, los alcaldes se convierten en dictadores, pues crean decretos legislativos que reemplazan a las leyes, tienen potestad de actuar y legislar, y por si fuera poco, los jueces no están funcionando normalmente. Es una dictadura disfrazada, en nombre de salvar vidas. Gastan en lo que quieran, reparten entre los que quieran, le dan migas a las pobres, y nadie los controla.
  3. La economía de un burócrata se resume a gastar todo lo que le llegue, entre más ejecute es mejor, y si ahorra es un mal ejemplo. El discurso dice que el Estado tuvo que prestar recursos para enfrentar la pandemia, pues no habían recursos disponibles. La pregunta es: ¿Se ha avanzado en el gasto de esos recursos de manera eficiente? Ya están las camas, las salas de urgencia, los médicos y los medicamentos listos? Pues no, todo se improvisa, fuera de que el 60% de los recursos se los están robando como siempre ocurre. No hay sino el 40% de lo que se dice que se hace, porque el resto se lo roban.
  4. La economía: Los burócratas están ganando, los funcionarios públicos siguen ganando, y no tienen inconvenientes de que esto siga así. Los bancos siguen ganando, las personas se endeudan más, las Pymes se endeudaron, y nadie puede dejar de comer, así que todas las cadenas de supermercados, comidas, restaurantes, y servicios domiciliarios siguen ganando. Vestidos, zapatos, taxis, buses, camiones, joyas, confecciones, eventos sociales, deportes, papelerías, y otros sectores del comercio, han quedado paralizados, quebrados, endeudados. A los burócratas no les importa, ellos siguen ganando. El que dejó de ganar vive de sus ahorros o vive del crédito, si no se reactiva la economía, todos nos vamos a la quiebra.
  5. En el Gobierno no hay ahorros, todos son gastos: Algo absurdo. Si cuando las personas dejan de salir, se disminuyen los gastos, no hay gastos en gasolina, no hay gastos de comidas innecesarias, se disminuye el consumo de servicios en las oficinas, no hay gastos de viáticos. Nada que se ahorra, nada lo reportan, todo sigue gastando como si todo funcionara igual. Se acaba la pandemia, y todo funcionó igual, todo es pura corrupción.
  6. Restricción a la libertad: Restringen la libertad de movilización por la salud. Lo cierto es que restringen a través del miedo y la fuerza, cual dictadores en los peores tiempos de los Nazis. Utilizan la prohibición como principal arma, cuando los efectos son más nocivos:

a)    No hay peor cosa que una dictadura por tu bien. Así comenzó Hitler, y miren donde terminó. La idea era salvar a Alemania de las potencias y de los judíos. Alcaldes y Gobernadores dictando toques de queda, ley seca, y una cantidad de restricciones al derecho de la libertad, sin antecedentes. Muchas veces las restricciones lo que generan son reacciones rebeldes de resistencia social, quien se abroga el poder de dividir una familia. Las familias son las primeras que se protegen entre sí. No es posible mantener a la gente encerrada por más de tres meses, y permitirles solo salir un día. Los que hacen los decretos, no saben lo que es el encierro porque ellos están eximidos. El encierro va a causar más daños sociales, de las vidas que buscan proteger. Se ha aumentado la violencia intrafamiliar, ha aumentado el feminicidio, y ha aumentado las enfermedades mentales. De no ser conscientes de la responsabilidad de estar encerrando a las personas, y sobre todo a los niños por tan largos periodos de tiempo, vamos a tener a mucha gente con problemas mentales hacia futuro. La depresión, la ansiedad y el miedo a salir, van a ser los efectos notables de esta cuarentena fracasada. Fuera de que las personas se declaren en resistencia civil, pues humanamente requieren salir a sí sea a caminar en el barrio. Solo los dictadorcitos que tenemos de alcaldes que están más pendientes de salir en una cámara para ganar adeptos, no son conscientes de los daños mentales que pueden producir con las restricciones de la libertad que están fomentando, sobre todo a los niños. A un niño sano, aislado, en una casa donde no hay un solo contagiado, no es ningún problema que visite a sus abuelos o a sus tíos. Los dictadorcitos que quieren eliminar la felicidad del mundo para salvar el sistema de salud, son los primeros que salen y se reúnen con sus seres queridos.
b)   La prohibición no se aplica para todos. Los gobernantes sí salen y están dichosos de no encontrar a tantas personas en el tráfico. A los mendigos, gente de la calle y pobres en general, no les pueden prohibir porque su diario vivir depende de salir, están en un estado de necesidad manifiesto, ni la policía los detiene, y ellos, no tienen otra opción que salir así se tengan que contagiar. A los que sí le aplican es a los de clase media baja, media alta, a los que no les permiten salir, y los policías le aplican todo el peso de la ley en multas.
c)    No es cierto que no se puedan reunir las familias. Si en dos casas todas las personas están sanas, no tienen por qué estar apartadas, ni estar en cuarentena. Ciudades libres de Covid quedaron en cuarentena.
d)   Las personas contagiadas son las que deben estar aisladas. Las que en estos momentos están contagiadas es porque por alguna razón rompieron la cuarentena, y recordemos que muchos no pudieron iniciar la cuarentena por necesidad. La cuarentena se hace para que los contagiados, no contagien a los demás, y el virus muera. No hay cuarentena si los contagiados no son aislados.
e)    El aislamiento como castigo. Cada vez que sube el número de contagiados la reacción es más encierro y más encierro, como un castigo. Si aumenta el número de contagios es por causa de las autoridades, y a su vez estás, toman más medidas restrictivas. A los burócratas que siguen ganando dinero trabajen o no, no les importa encerrar a los demás, con tal de mantenerlos contentos.  Los contagios no son culpa del gobierno, son las personas las que se contagian, los gobiernos solo son culpables por no haber construido un sistema de salud suficiente, por haber cerrado tarde las fronteras, y por no aislar a todos los que venían del exterior, ahora si se trataba de fronteras terrestres como Venezuela y ecuador, debían aislarse las zonas. Dejaron que el virus ingresara, ahora son dictadores, ganan sin trabajar, y gastan y dominan en nombre la salud y la vida.
f)     Se crean subsidios para los bancos, se crean subsidios para los pobres, hay subsidios para los trabajadores que ganan un salario mínimo. Pero no se fomenta la productividad, el gobierno regala y regala subsidios, pero nada de ello mejora la productividad en este momento. Todo es gasto, gasto y gasto, pero no hay inversión, estamos viviendo para subsistir, estamos prestando para gastar.
g)   No dejan trabajar, luego de tres meses de cuarentena catastrófica para la economía y fracasada para eliminar la propagación del virus -como ocurrió en otros países como Corea, China e Italia-, las nuevas medidas restrictivas no dejan trabajar. Se habla de reinventarse, de aprovechar nuevas oportunidades en la crisis, pero no hay asesoramiento, los servicios siguen llegando, las cuentas hay que pagarlas y los bancos siguen cobrando intereses. Hay que rebuscarse para sobrevivir.
h)   Promueven la competencia desleal: Sancionan a sus competidores, y dejan rienda suelta a sus amigos. En Barranquilla hay sanciones para el éxito, el Ara, Justo y Bueno, Macro, pero no hay sanciones para ninguna Olímpica.

Para los dictadorcitos que les encanta encerrar a las personas y la sociedad, para hacer de las suyas, sin cumplir con las normas, les gusta salir en una cámara para restringirle la vida a los demás por su propio bien, al pobre lo van a matar más de hambre, van a acabar la clase media, y van a endeudar más el fisco, y fuera de eso, necesitan que sigamos encerrados a la fuerza, bajo miedo, estrés y depresión.

lunes, 23 de marzo de 2020

CRISIS MUNDIAL? ... PERO ETICA

Por: Jorge Arturo Abello Gual.


El mundo se está estremeciendo desde sus cimientos. El Covid 19 nos tiene reducidos a nuestros hogares, por temor a infectarnos. Al fin se ha generado lo que muchas películas apocalipticas han proyectado, y los fanáticos del fin del mundo están frenéticos viendo cómo por fin el mundo se doblega por una peste.

Pero la pregunta que hay que hacerse, es que nos deja estos días de encierro que parecen temporales, y que posiblemente en algunos meses, podamos retomar nuestra vida cotidiana.

El encierro nos ha enseñado, que la economía es un tema artificial que nos hemos inventado para sobrevivir. Que el valor agregado ha hecho que nuestra vida sea muy costosa, y que tanto las empresas, como los Estados, nos aumenten los precios y los impuestos, porque el asunto es producir y trabajar más, para comprar más. Si no produces, si no trabajas, no puedes ingresar a un mundo que te ofrecen las empresas y el Estado, de servicios y bienes costosos.

Cuando uno se queda en casa, se da cuenta qué tanto gasta en cosas que no se necesitan pero que te vende la sociedad.

Cuando tu prioridad es la seguridad de tu familia, no prestas atención a cosas diferentes de la comida, del agua, la luz, y hoy en día, del internet y del celular.

Cuando los hombres se encierran en sus hogares, el planeta tierra descansa... de la contaminación de los ríos y los mares, de la tala de bosques, de la caza de animales, de los efectos nocivos de la minería, de la generación de gases y de CO2. El mundo ha descansado de la raza humana, y seguirá descansando de nuestro frenético ritmo de vida por ahora.

La economía se va al piso. Los parámetros con los que hemos fijado nuestro trabajo se han visto seriamente confrontados por una pandemia, generada por un virus. Si "la economía" se derrumba, se destruye el sistema creado con base en la venta de bienes y servicios, regido por el concepto de valor agregado, dentro del cual, se encuentra la ganancia y el impuesto, como sobrecostos. El consumismo incentivado por el hombre, ha generado un desgaste traumático a nuestro planeta. Demandamos toda clase de bienes y servicios en cantidades industriales, de los cuales, muchos son necesidades creadas y que nada tienen que ver con nuestra supervivencia, muchos de ellos, no pasan de ser fetiches.

Que ocurre con nuestras vidas, si no podemos trabajar? Qué trabajos realmente son útiles para el futuro? Y si la pandemia sigue qué ocurre? Y si viene otra pandemia? El tema central es, está nuestro estilo de vida preparado para el confinamiento del ser humano en sus casas?

La verdad es que es que el Covid 19 lo que me ha dejado es una profunda reflexión ética sobre lo que hacemos desde el punto de vista económico, social, ambiental y demás.

Sirve la acumulación de capital en crisis epidemiológicas? Las personas que pueden, tienen reservas y pueden subsistir, las que no tienen reservas sencillamente tendrán que arriesgarlo todo.

Qué pueden hacer los pobres en las crisis económicas? Cuando se le acaben las reservas, lo único que pueden hacer es arriesgarse, salir y buscar como subsistir, y el problema es que ello lleva al hurto por hambre.

Qué pueden hacer los Estados? Organizar las reglas de supervivencia, y dejar de oprimir a los ciudadanos con los impuestos. Los gobiernos están para proteger, dirigir y gobernar de la mejor forma y ello implica la organización de los recursos del Estado para redistribuirlos en toda la sociedad. Durante tanto tiempo en Colombia, los Estados han servido para el enriquecimiento de la corrupción a tal punto que solo se invierte el 40% en las obras públicas que se desarrollan. Ahora los políticos que siempre buscan lucrarse de la política pública, tendrán que pensar, que no pueden seguir viviendo de hacer obras públicas. Ya la prioridad no es la carretera que cuesta 10 mil millones de pesos, de los cuales 6 mil se repartían entre los corruptos. Ahora la prioridad son los servicios públicos, la salud y los alimentos, quién sabe que triquiñuelas se irán a inventar para apropiarse del 60% de los recursos destinados para mitigar los efectos de la pandemia.

 El sistema de salud, recibe los recursos para mantener los servicios, y en una crisis de salud tan grave como una pandemia, ahora nos está haciendo falta todos esos recursos que por corrupción se han saqueado. Hoy el sector salud tan debilitado por la corrupción pública y privada, es un enfermo más que no puede hacerle frente al problema que se viene. Ahora se habla de una inversión importante al sistema de salud, de los cuales, la corrupción igual aspirará a quedarse con el 60%. Surge otra pregunta, si existe una vacuna, estará el sistema de salud en condiciones de adquirirla y aplicarla a todos los ciudadanos?

Los grandes transportadores de personas como Avianca y las demás aerolíneas, ahora saben que se siente que sus principales clientes, a los que durante tanto tiempo han maltratado con los precios y con los malos servicios, ya no tengan la necesidad de comprarles, ni padecer su maltrato. El teletrabajo será una de las competencias más grandes que enfrentará la industria de la aviación, y el turismo, se verá anulado por el miedo al contagio en otros países. Por la irresponsabilidad de las aerolíneas de no aplicar los protocolos de salubridad, y por el deseo desmesurado de lucro por encima de la salud pública, el virus se extendió por todo el mundo. En los aviones se expandió el virus.

Los bancos deben reorganizar los créditos a sus deudores que no están trabajando, y que la economía no se está moviendo. Si no se modera el canivalismo financiero generado por los intereses y los altos costos de los servicios bancarios, sus clientes no solo perderán la posibilidad de pago, sino que pueden perder sus fuentes de subsistencia. Nada se mueve, ni la construcción, ni la minería, ni muchos servicios de carácter presencial, lo único que está produciendo son el sector de alimentos, los restaurantes, los domicilios, los colegios, las universidades. A muchos se le han suspendido sus trabajos, y lo que viene, es el endeudamiento por sobrevivencia. Hasta cuando los bancos están dispuestos a colaborar por motivos de humanidad, si es que son humanos?

Sin duda el medio ambiente es la mayor reflexión ética que genera esta crisis. Los animales han descansado del hostigamiento diario del ser humano. Los animales no saben y no comprenden por qué el máximo depredador que se encuentra en la cima de la cadena alimenticia, se encuentra desaparecido. La vegetación ha tenido un respiro, pues hay menos demanda de madera y papel, y de espacios para la construcción. El aire y los mares han dejado de recibir tanta contaminación, y la minería ha dejado de destruir el suelo. La pregunta: Qué necesidad realmente se tiene de acabar con el mundo que tenemos? Cuanto CO2 se ha dejado de producir gracias al teletrabajo?

Por último, la reflexión más importante, cómo es nuestro hogar, cómo son las personas con las que convivimos, como nos relacionamos con nuestra esposa, nuestros hijos y demás familiares y amigos, cuando tenemos que tratarlos todo el tiempo. El hogar es el refugio del guerrero, pero para muchos el hogar solo era un sitio para dormir. En muchos países los apartamentos solo tienen un espacio para la cama y el baño, nadie pensó que por alguna pandemia, guerra o incluso radiación solar, tendríamos que cambiar nuestros hábitos. Nuestros hábitos impuestos por el trabajo, generó que en día, el 60% o el 70% del tiempo productivo lo pasamos por fuera de nuestra casa y lejos de nuestra familia. Hoy con el encierro obligado, el 99% lo tenemos que pasar en el hogar y compartiendo con nuestros familiares. Qué ocurre si esto dura mucho más tiempo? Qué ocurre si el teletrabajo produce un cambio significativo en nuestros hábitos y en la economía? Cómo puedo producir desde mi casa? Cuanto me ahorro produciendo desde mi casa? ¿Qué necesidad tengo de ir todos los días a la oficina? ¿Qué tanto tengo que producir en mi oficina y que tanto puedo producir en mi casa? ¿Puedo ahorrarme el transporte, el tiempo y la incomodidad de ir a la oficina? ¿Tengo en mi casa lo suficiente para trabajar? ¿Tengo en mi casa un buen ambiente personal, familiar y laboral?

Reflexiones, y más reflexiones...



  

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