domingo, 25 de julio de 2021

De donde sale el apodo de la garra samaria?

 De donde sale el apodo de la garra samaria?


Pues desde el punto de vista futbolístico al equipo uruguayo siempre se le ha conocido como la garra charrua, por la fortaleza, la tenacidad y el carácter de los jugadores.


En el caso del Unión a otra escala sucede lo mismo, siempre he dicho que más que talento, el juego del equipo se caracteriza por su garra, es decir por la fuerza y el juego brusco, hacer que el contrario te tema. Sin embargo ese mismo juego hace que el equipo no termine completo, pues siempre le expulsan mínimo a uno.


El jugador samario es temperamental y furioso en el campo, no le gusta perder la pelota y no le gusta que lo pongan en burla, cuando una de esas dos cosas pasa pega durícimo.


El Futbol samario nacido en las cachas de polvo de Santa Marta, es de pases largos y de lucha. A diferencia de los Barranquilleros con su bola'etrapo, y los antioqueños con su microfútbol, el samario no pisa el balón, siempre va palante, atropeya al rival a fuerza.


El samario siempre esta acostumbrado a jugar en la hostilidad en su cancha, bajo el sol, con calor y con brisa.

viernes, 21 de mayo de 2021

LA CONCIENCIA SOCIAL NO ES UN TEMA NI DE DERECHA, NI DE IZQUIERDA, ES UN TEMA ETICO Y MORAL.

 

LA CONCIENCIA SOCIAL NO ES UN TEMA NI DE DERECHA, NI DE IZQUIERDA, ES UN TEMA ETICO Y MORAL.

 

Por: Jorge Arturo Abello Gual

 

La consciencia social es un pensamiento relacionado con los sentimientos de solidaridad y de empatía, la traducción es si yo estoy bien, también quiero que los demás estén bien, que es todo lo contrario del egoísmo, que predica que, si yo estoy mal, también quiero que los demás estén mal.

La conciencia social es prácticamente el resultado de una reflexión entre lo que hago para mí, y lo que hago por otros, y lo que quiero para mí, y lo que quiero para otros. La reflexión debe llevar a que todos en conjunto estemos bien, y ello definitivamente contrasta con el pensamiento egoísta, que ya citamos en el que si yo estoy mal, entonces todos deben estar mal. Y también contrasta con otro pensamiento que podríamos denominar el oportunista, que se traduce, primero yo, segundo yo y tercero yo, y el resto que se joda.

Desarrollar la conciencia social, y superar los pensamientos egoístas y oportunistas, son parte de un proceso de crecimiento y desarrollo mental. Los seres humanos desde la concepción dependemos de nuestra madre para sobrevivir, y para ello desarrollamos un cordón umbilical del cual recibimos alimentos y oxígeno. Luego nacemos y durante toda la niñez, dependemos del cuidado de nuestros padres. Posteriormente en la pubertad, comienza un proceso de independencia, algunos la alcanzan, otros no desafortunadamente, pues no logran salir de su hogar. En la adultez ya hemos formado un carácter y nuestros gustos por las cosas, tenemos cierta libertad, aunque siempre van a ver cosas que nos condicionan como la familia, los hijos y el trabajo. Y en la vejez, algunas veces morimos libres y en otras morimos dependientes.

La conciencia social se desarrolla cuando nos damos cuenta que necesitamos de la ayuda de otros para poder crecer, y que otros también necesitan de nuestra ayuda para hacer lo mismo. El problema es que muchas personas se quedan en la niñez pensando en que el centro del universo son ellos, y que el resto de personas están para servirles, o que las demás personas no existen si no le proporcionan algún beneficio. Precisamente el pensamiento oportunista es un pensamiento de la niñez, donde es primero yo, segundo yo y tercero yo, y el resto que se joda. A medida que una persona va creciendo, se supone que va pensando en que las demás personas necesitan de mi, y que mamá y papá, también se cansan y que necesitan de mi ayuda y mi solidaridad.

Podemos comparar un hogar en el que existe conciencia social, y otro en el que solo existe el pensamiento oportunista. En el que existe conciencia social, existe ayuda y cooperación mutua entre los integrantes de la familia, y se reparten las tareas comunes, es decir, se va a cocinar, y todos intervienen para ayudar, uno pica las verduras, el otro prepara el arroz, el otro organiza la mesa, y el otro lava los platos. En un hogar de pensamiento oportunista, se carga todo el trabajo doméstico a una persona, que es la que cocina, organiza la mesa, lava los platos y limpia la cocina, mientras que el resto solo espera que le sirvan, come y luego se levanta de la mesa a descansar. La conciencia social implica cooperar con solidaridad con el trabajo de otros, y que va a beneficiar a todos en conjunto.

Igualmente, se puede analizar dos comunidades, una conciencia social y otra sin consciencia social. En la primera, las personas trabajan, pero a su vez cooperan con la comunidad para mejorar las condiciones de vida, entonces realizan labores sociales como la siembra de árboles para mejorar el medio ambiente; la limpieza de las riveras de los ríos; organizar almuerzos para financiar labores sociales; organizar eventos sociales para el beneficio de una comunidad; financiar proyectos sociales para la construcción de un acueducto para una comunidad; recaudar recursos para financiar regalos de navidad para niños de escasos recursos; recaudar recursos para becas para niños de escasos recursos.

En una comunidad sin conciencia social, las personas no toman partida por actos que no los beneficien a ellos. No existe un verdadero acto de conciencia social, donde se ofrezca un servicio a la comunidad, sino que es un acto que le generan beneficios a ellos mismos. Los almacenes comerciales invitan a sus clientes a donar a favor de niños y personas necesitadas, pero realmente lo que hacen es recaudar fondos de terceros, sin invertir fondos propios, y con ello a su vez, obtienen beneficios tributarios. En las comunidades con ausencia de conciencia social, los problemas de pobreza y las diferencias entre clases sociales son evidentes, y cada quién vive en un mundo aparte. Las ciudades se dividen en barrios de ricos y pobres, y la gente no le gusta mezclarse. Unos se preocupan por mantener su estatus social y los otros se ocupan de sobrevivir.

En las comunidades donde hay conciencia social, siempre existen puentes entre ricos y pobres, y se presenta la ayuda mutua, hay solidaridad y empatía entre las personas. Las personas se preocupan porque existan colegios dignos para los niños de escasos recursos, que se hagan obras sociales o actividades sociales en barrios pobres, o porque se done comida a los más necesitados, o se suministren vacunas y medicamentos a los enfermos con escasos recursos.

 

La conciencia social se desarrolla con las acciones y no con los discursos.

Las personas tienen una noción de ética y moral, que les permite hablar de la responsabilidad social, de la solidaridad y del bien común. Ello es filosofía y retórica, que implica desarrollar una línea de pensamiento y organizar palabras bonitas para un buen discurso, pero la consciencia social es más que un discurso, una forma de vida, desarrollada en todo nuestro proceso de crecimiento. Por tanto, podemos ver personas que hablan de conciencia social, pero no la practican.

 

La conciencia social no es de derecha, ni de izquierda.

La conciencia social va más allá de una concepción política, pues es un tema de ética y moral, puesto que puede haber un socialista oportunista sin consciencia social, que maneja un mero discurso y retórica, y puede haber un capitalista que desarrolla una empresa, y a su vez ayuda a sus trabajadores y a los vecinos de la empresa a mejorar sus condiciones de vida.

Un gobierno capitalista igualmente puede desarrollar programas de apoyo a las comunidades más necesitadas, puede invertir en obras como acueductos, alcantarillados, escuelas para la población más necesitada.

El problema no es la ideología política, sino la falta de consciencia social. Si quién llega al poder no tiene conciencia social, no la va a practicar. Los políticos pueden dar muchos discursos llenos de consciencia social, pero son solo filosofía y retórica, que no aplican a las verdaderas necesidades de la comunidad.

Igualmente, un gobierno no lo define una ideología, pues un gobierno implica el desarrollo de un programa o ideal de gobierno dirigido a la protección de los derechos de los ciudadanos. Un gobierno con falta de conciencia social no redistribuye equitativamente la riqueza, sino que fomenta la desigualdad.

Un gobierno capitalista sin falta de conciencia social fomenta el discurso oportunista, donde primero soy yo, segundo soy yo, tercero soy yo, y los demás que se jodan.

Un gobierno socialista fundado en la lucha entre clases y el resentimiento entre clases, promueve el discurso egoísta de si yo estoy mal, los demás también deben estar mal.

 

Qué genera la ausencia de conciencia social.

La ausencia de conciencia social genera antipatía entre las personas, el distanciamiento social y el odio entre clases, que genera barreras y fronteras, llegando incluso a la guerra.

La ausencia de conciencia social es un problema que se debe trabajar, y se le resta importancia.

La falta de conciencia social en la política es supremamente grave. Es tan trágico como si tuvieras que enviar un trabajo por correo y no funciona el internet; o como si vas a ir a la playa todo un día y se te queda el bloqueador; o cuando vas a una fiesta y se te mancha el vestido una hora antes; o cuando te tomas un purgante y te cortan el agua; o cuando sales de arreglarte el pelo en una peluquería, y alguien te tira un chicle; o cuando vas a una entrevista de trabajo y un carro te salpica agua de un charco en tu ropa; o que vas a tener invitados para cenar, y se te daña la estufa, y ya habías comprado toda la comida para prepararla. No puedes construir una mejor comunidad sin conciencia social, como dijimos es una tragedia.

viernes, 14 de mayo de 2021

CONCURSO PARA ESTUDIANTES Y PREMIO: ANALISIS DE LOS JOVENES SOBRE LAS MARCHAS

ANALISIS DE LOS JOVENES SOBRE LAS MARCHAS.


Se abre este espacio a la discusión sobre el tema de las marchas en Colombia...

Revisa la información contenida en los siguientes videos:

Análisis sobre las marchas en Colombia: https://youtu.be/i3hTwq7QDbM

Uso legítimo de la fuerza en las marchas: https://youtu.be/b2nkFDreaqs

Fanatismo político: https://elblogdelimprudente.blogspot.com/2021/02/el-problema-del-fanatismo-en-la-sociedad.html

Realiza un comentario en esta entrada, que no puede superar 12 renglones. Plazo para entregar lunes 17 de mayo de 2021.


PREMIO

Las dos personas que hagan los dos mejores comentarios se ganan de premio el siguiente libro:


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jueves, 18 de febrero de 2021

EL PROBLEMA DEL FANATISMO POLITICO


 EL FANATISMO EN EL DERECHO PENAL

 

Por: Jorge Arturo Abello Gual

 

Una causa recurrente de delitos es el fanatismo. Este es un fenómeno social, que hace que muchas personas, por diferentes motivos, entre los más comunes, los políticos, los religiosos, los deportivos, se enfrenten y lleguen a la agresión verbal y física, llegando inclusive al homicidio. Si tomamos ejemplos como las matanzas realizadas por los nazis en Alemania, los bolcheviques en Rusia, los revolucionarios franceses, cubanos y chinos en sus respectivos países, y los regímenes de terror que montaron dictaduras del cono sur, podemos estudiar lo que el fanatismo político puede generar en las sociedades.

Igualmente, en los deportes, por ejemplo, el fanatismo genera que los hinchas de dos equipos rivales se enfrentan entre sí, y son capaces de matarse en riñas callejeras por un color, un escudo o una bandera.

En el tema de la religión, el fanatismo llevó a las cruzadas a naciones cristianas en contra de los pueblos musulmanes, y de igual manera, se han presentado ataques musulmanes en contra de infieles (cristianos y judíos), con el pretexto de la Yihad o guerra santa. En Europa la guerra de los supremos, llevó a que católicos y protestantes (Luteranos y Calvinistas) se enfrentaran, e igualmente en Irlanda se creó un grupo terrorista -el IRA- en medio de conflictos entre católicos y protestantes.

El fanatismo es entendido como “un comportamiento desvirtuado de la realidad lógica que enajena a quien la demuestra hasta tal punto que se cree superior a los demás y no acepta que otros que piensen diferente pueden tener la razón”[1]

Podríamos tomar como una guía la siguiente definición de fanatismo y sus consecuencias:

“El fanatismo supone una adhesión incondicional a una causa. La mencionada ceguera que produce el apasionamiento lleva a que el fanático se comporte, en ocasiones, de manera violenta e irracional. El fanático está convencido de que su idea es la mejor y la única válida, por lo que menosprecia las opiniones de los demás.

De esta manera, podríamos determinar que el fanatismo se sustenta o identifica por cinco principales señas de identidad: el deseo de imponer sus propias ideas, el despreciar a quienes son diferentes, el basarse en una serie de ideas que son incuestionables, el tener una visión “cuadriculada” de las cosas pues todo es blanco o negro, y finalmente el carecer por competo de todo espíritu crítico.”[2]

Como podemos observar, el fanático es una persona que acoge una idea, y la plantea como una verdad absoluta, y es incapaz de cuestionarla o de dejar que otros la cuestionen, convirtiéndose en un defensor exagerado de una idea, hasta llegar a agredir o matar a los que se muestren en contra. Se menciona incluso, en lo relativo al fanatismo político lo siguiente:

 

“La falta de racionalidad puede llegar a tal extremo que, por el fanatismo, una persona mate a otra. Cuando el fanatismo llega al poder político, suele desarrollar todo un sistema para la imposición de sus creencias, castigando a los opositores con la cárcel o incluso la muerte.”[3]

 

Precisamente, desde la sociología, se concibe al fanatismo como:

 

“… un sentimiento expresado por una persona o grupo de personas que defienden “de manera exagerada y apasionada” sus creencias religiosas, políticas, artísticas o deportivas. No en vano, los casos que se conocen de personas que asumen este tipo de conductas, las muestran como aferradas a sus convicciones, las defienden con pasión, hasta el punto de considerar sus enemigos a quienes no comparten sus ideas o las refutan.”[4]

 

Así entonces, nos encontramos con que el fanático no solo se aferra a una idea y la defiende de manera exagerada, sino que es capaz de agredir a todos sus contradictores, al considerarlos sus enemigos. Cuando consideras a una persona como enemiga, te encuentras en una guerra contra ella, y la guerra es una situación donde despojas a los enemigos de sus derechos, y la concibes como una “no persona”, ese es el sustento también del derecho penal del enemigo. Este comportamiento es explicado desde la psicología de la siguiente manera:

 

“La psicología afirma que el fanatismo surge a partir de la necesidad de seguridad que experimentan las personas que, justamente, son inseguras. Se trata de una especie de compensación frente a un sentimiento de inferioridad.”[5]

 

También desde el punto de vista de la psicología, se afirma lo siguiente:

“el fanático llega a serlo porque carece de cosas en las que apoyarse o que le llenen sus vacíos y sean afectivos, espirituales, económicos o de otra índole.

Ello puede ser el inicio de un apego desmedido y terminar en fanatismo.”[6]

Es decir, que el fanatismo surge de las inseguridades afectivas de la persona, que termina por creer y aferrarse a una idea, para llenarlos. Una vez se siente seguro y tranquilo, cualquier contradicción le genera inestabilidad, y lo afecta. Su reacción puede ser explicada de la siguiente manera:

“en el fanático hay algo de omnipotencia y crueldad.

“Esa es su capa protectora porque algunos autores lo ven como una protección contra la psicosis. Una persona fanática nunca acepta incertidumbre, evolución y cambio de la vida, no acepta el misterio, ni lo que los sabios saben justo porque es algo omnipotente, y no concibe la duda”.

Y agrega que el fanatismo es una forma de anticonocimiento porque las personas durante su desarrollo se crean sus propios conceptos con lo que les muestra su entorno, es decir aceptan la realidad que hay a su alrededor, pero el fanático no se nutre de realidades.”[7]

El fanatismo es sin duda un problema, puesto que crea reacciones irracionales, por comprender la realidad en blanco y negro, donde solo hay dos opciones: o en contra, o a favor. No existe una escala de grises, exponen sus ideas como verdades absolutas, omiten o suprimen las contradicciones o defectos de sus posturas, y exaltan los de sus opositores, y son capaces de inventar falacias para desprestigiarlos, y para exaltar las bondades de su posición.

La lógica presente en todos los hombres, exige como principio la coherencia, que exige la ausencia de contradicción. Por lo tanto, es propio de todo ser racional no incurrir por lógica en contradicciones. Así que cuando se genera una contradicción, lo lógico es resolverla y crear una respuesta o una solución lógica. Cuando se es un fanático, no se acepta la contradicción, ni la corrección lógica, se crea una falacia, que es un argumento falso, creado intencionalmente (sofismas) o por negligencia (paralogismo).

Si para algunas comunidades cristianas, beber licor es un pecado, ¿Por qué el primer milagro de Jesús fue convertir el agua en vino para una fiesta? Si Dios nos ama ¿Por qué las personas buenas sufren cosas malas? Si todos los hombres somos iguales ante los ojos de Dios, ¿Por qué las mujeres deben ser dóciles y serviles a sus esposos?

Frente a un cuestionamiento de una idea, las contradicciones deben ser asumidas dentro de un debate racional. Si la contradicción no puede ser superada lógicamente, debe ser aceptada, es decir, debe aceptarse que es verdadera.

También se debe entender que toda persona que sostiene una idea, tendrá el deber de soportarla. Si esa idea no puede soportarse, debe ser descartada como inválida.

Frente a estos temas lógico-argumentativos, los fanáticos plantean una justificación falsa o engañosa, con un cinismo absoluto. Es también una reacción humana, tratar siempre de justificar las acciones, así sean insostenibles. Los nazis justificaban sus actuaciones durante la segunda guerra mundial. Igualmente, se justificarían Stalin, Milosevic, Sadan Husein, Fidel Castro, Pinochet y muchos otros dictadores de izquierda y de derecha. Sería muy duro reconocer de su parte que toda su vida estuvo equivocada.

Ahora bien, desde el punto de vista lógico-argumentativo, hay que tener en cuenta que pueden existir dos argumentos totalmente contradictorios, pero igualmente válidos. Por tanto, en la argumentación no hay forma de establecer a veces un ganador o un perdedor. Desde el punto de vista jurídico, se plantean que existen casos fáciles, que tienen una solución aceptable por encima del 95%; unos casos difíciles que tendrían una solución aceptable en un 80%; y unos casos trágicos que tendrían una solución aceptable del 60%. De esta manera, se entienden que los casos difíciles y trágicos, el derecho deja la puerta abierta para una reconsideración hacia futuro, y una posibilidad de variar la posición y de cambiarla si en otras circunstancias y en otros tiempos, se puede aceptar una postura diferente.

El fanatismo con su lógica circular, no permite ni la contradicción, ni la controversia, ni la objeción, ni la posibilidad de cambio, es como decir que la Tierra es plana y el sol gira alrededor de ella, y todo el que refute esa verdad, comete una herejía. Si un fanático llega al poder, la libertad de pensamiento y la libertad de culto serían sus principales objetivos a destruir. Impondría su visión sobre temas como la dosis personal, sobre los derechos de las parejas del mismo sexo, sobre el aborto y sobre la eutanasia, sin dar campo a la diferencia de pensamientos, ni a la protección de los derechos de las minorías. Todo lo que esté fuera de su visión, o su pensamiento, no existe, o debe desaparecer.

El fanatismo es una visión de un individuo que puede convertirse en una de grupo, y no depende de un partido o una religión, es que como se dijo, ocurre cuando una persona se aferra a una idea, y reacciona de manera irracional frente a su contrario, no reconoce las falencias que tiene su posición, y desconoce las bondades de sus opositores. Llega a considerar a sus opositores como enemigos, y como tales, se sumerge en una guerra en su contra, llegando a veces a desconocerles su condición de seres humanos y seres racionales, rebajándolos a animales u objetos, dentro de una falsa visión de superioridad y arrogancia.

Así, pues en lo político, el reto no es ser de izquierda o de derecha, sino del centro.

En lo religioso, el reto es ser espiritualmente equilibrado entre lo que crees y lo que haces.

Y en lo deportivo, saber que se gana y se pierde.

En en Derecho penal, un fanático se convierte en un problema cuando:

1)    Crea un grupo armado radical o terrorista, que realiza actos bárbaros para alcanzar con sus fines.

2)   Llega al poder y comienza a hostigar y a matar a sus opositores.

3)   Cuando crea una secta que hace prácticas que violan a mujeres y niños.

4)   Y en general cuando logra unir a un grupo de personas, con el firme objetivo de hacerle daño o acabar con las personas que piensan diferente.



[1] UTRIA, Miguel. El fanatismo, sus riesgos y el rol de las familias en estos casos. En el diario el Heraldo, 31 de enero de 2021 publicado en la siguiente página web: https://www.elheraldo.co/sociedad/el-fanatismo-sus-riesgos-y-el-rol-de-las-familias-en-estos-casos-791226 consultada el 18 de Febrero de 2021

[2] Definición de fanatismo. En la página web denominada definición de, encontrada en la siguiente página web: https://definicion.de/fanatismo/ consultada el 18 de febrero de 2021

[3] Ob. Cit.

[4] Opinión del profesor Jorge Eliecer Bolívar (Sociologo) sobre el fanatismo en una entrevista contenida en el siguiente artículo: UTRIA, Miguel. El fanatismo, sus riesgos y el rol de las familias en estos casos. En el diario el Heraldo, 31 de enero de 2021 publicado en la siguiente página web: https://www.elheraldo.co/sociedad/el-fanatismo-sus-riesgos-y-el-rol-de-las-familias-en-estos-casos-791226 consultada el 18 de Febrero de 2021

 

[5] Definición de fanatismo. Ob cit.

[6] Opinión de Jair Vega (psicólogo), en la entrevista: UTRIA, Miguel. El fanatismo, sus riesgos y el rol de las familias en estos casos. En el diario el Heraldo, 31 de enero de 2021 publicado en la siguiente página web: https://www.elheraldo.co/sociedad/el-fanatismo-sus-riesgos-y-el-rol-de-las-familias-en-estos-casos-791226 consultada el 18 de Febrero de 2021

 

[7] Opinión dada por María Eugenia Reátiga (psicóloga) , en la entrevista: UTRIA, Miguel. El fanatismo, sus riesgos y el rol de las familias en estos casos. En el diario el Heraldo, 31 de enero de 2021 publicado en la siguiente página web: https://www.elheraldo.co/sociedad/el-fanatismo-sus-riesgos-y-el-rol-de-las-familias-en-estos-casos-791226 consultada el 18 de Febrero 2021

martes, 16 de febrero de 2021

RAZONES PARA QUE DEJES DE JODER PARA COMER

 

JODER PARA COMER NO TE HACE CRECER

 

Por: Jorge Arturo Abello Gual

 

Uno de los mayores intercambios culturales y sociales es la comida, y joder para comer afecta las relaciones interpersonales.

La comida es una de las necesidades fisiológicas más elementales, y los gustos sociales más importantes. Las personas podrán suprimir muchas actividades de su vida, pero nunca podrán dejar de comer.

Cuando una persona está en un restaurante, puede escoger, elegir y pedir a su antojo, lo que le apetezca, y obvio que puede exigir las condiciones de calidad y sabor de su comida. Pero no siempre estamos en un restaurante.

La comida implica un esfuerzo humano que va desde la recolección del alimento, el transporte, la conservación, la preparación, la presentación y las reglas para comer. Quién jode para comer, sin razón, menosprecia dicho esfuerzo, y sencillamente va a generar una gran frustración en la persona que se unió a todo un esfuerzo colectivo previo para ponerle un plato de comida en la mesa.

En familias pobres donde la comida escasea, el esfuerzo por ofrecer un buen plato de comida es mucho mayor, a veces con que exista la comida es suficiente, sin importar qué clase de comida sea la que llega. Como se dice en términos generales, nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, solo el día en que nos falte por alguna razón nuestro plato de comida, es que alcanzamos a valorar lo importante que es para nosotros.

 Los niños por lo general no tienen la capacidad para comprender el esfuerzo que hacen sus padres, en tiempo, en recursos y en logística para traer a sus casas un plato de comida, solo padecen la sensación de hambre, y dicen qué les gusta y qué no les gusta, -aunque en la pobreza muchas veces no se tiene esa posibilidad-, sin embargo, a medida que van creciendo y se dan cuenta de lo duro que es a veces conseguir la comida dejan de lado los gustos, y se solidarizan con los padres, en otros ambientes, sencillamente se desprecia la comida, o se bota en la basura como desperdicio.

En este punto, saber valorar todo el esfuerzo que implica la comida es una señal de respeto, solidaridad y cariño a quién hace el esfuerzo, y quién sin duda se verá altamente frustrado cuando alguien lo desprecia.

La comida es cariño, amor y afecto. La comida genera remembranzas, es decir, los sabores hacen que la gente recuerde a personas, lugares, situaciones o momentos, una cucharada de una sopa, puede hacer que el cerebro recuerde situaciones o momentos que han pasado hace muchos años. Y las situaciones pueden ser positivas o negativas, de acuerdo con lo vivido, lo cierto es que la comida y sus sabores son como álbum fotográfico que te llena de recuerdos. Así que si tu madre te invitaba a comer un helado de fresa en determinado sitio, cada vez que comas ese helado, te acordarás de ese momento.

La cocina, dicen que es un trabajo ingrato, es decir, una persona dura horas preparando un plato de comida, cocinando sus ingredientes, haciendo las mezclas y hasta correteando a animales para lograr un resultado final: un plato muy trabajado durante horas, con la ilusión de que les agrade a sus familiares, amigos, etc. Más es lo que dura una persona cocinando que las personas en comerse la comida, y mucho menos en criticar o despreciarla.

Para gusto los colores, y si bien, no tiene que gustarte toda la comida, al menos por educación valora el esfuerzo, el tiempo y el amor que invierte cada persona en la comida que prepara. Es como aquél que construye un castillo de arena, y llega alguien, tropieza y cae encima de este. Eso sin duda puede ocasionar una trifulca.

La comida significa también cultura, uno de los más grandes intercambios culturales es la comida. En cada país hay un plato típico, incluso en cada ciudad, existe un plato típico, que representa el orgullo, sentimientos y remembranzas de sus habitantes. Hay comida mejicana, italiana, china, tailandesa, etc. Los intercambios culturales entre países generaron la mezcla de sus tradiciones y sus comidas. Los espaguetis surgieron de la mezcla de la salsa para pizza, con los fideos chinos por ejemplo. Aprender de una cultura, también implica aprender su comida, pues de ahí parten muchas tradiciones y también se desarrolla la economía y la industria. Quien rechaza una comida de un país, se enfrenta a rechazar su cultura, y algunas partes del mundo, es inclusive un insulto. No todo te tiene que gustar, pero si quieres caer en gracia en una cultura nueva, no es conveniente despreciar su comida.

En el campo familiar, la comida no es solo una forma de demostrar afecto, es también un intercambio cultural. Cuando en una familia se te ofrece un plato de comida preparado en casa, y se te advierte que es una de las especialidades de la casa, ello implica, prueba parte de lo mejor de nosotros. Definitivamente, no todo te tiene que gustar, pero cuando estás en una situación como esta, no es muy conveniente armar un berrinche para rechazar la comida, pues se traduce en un desprecio, y en algunas familias es una falta de respeto.

En resumen si jodes sin razón, te cierras las puertas.

Por otro lado, como la comida es una necesidad fisiológica fundamental, siempre se ha utilizado como una excusa social para reunir a las personas alrededor de una mesa y compartir en familia, con amigos o con conocidos. En las comidas se suelen conmemorar los mayores eventos sociales, matrimonios, cumpleaños, premiaciones, lanzamientos. Cuando una persona jode para comer, no se hace especial, se convierte en un problema para quienes organizan los eventos. Estas personas que joden para comer a veces prefieren no asistir a los eventos para no sufrir con la comida, incluso los que organizan los eventos a veces los excluyen de las invitaciones. Es una situación compleja invitar a un vegetariano a un asado, o invitar a un bar a una persona que no toma, son algunos ejemplos de situaciones incómodas tanto para los que invitan como para los invitados. Para los gustos los colores, y si bien no todo te tiene que gustar, la idea es que sepas disfrutar los intercambios culturales y superes los límites que llevan al sufrimiento, de no disfrutar una reunión agradable.

Y vuelvo y digo, para gustos los colores, no todo te tiene que gustar, pero el restringir tu dieta a unos pocos platos de comida, restringe también tu proceso de socialización. También pueda que tengas un TOC con la comida, esto es un trastorno obsesivo compulsivo que te impida salir de comer la misma comida siempre, esto quiere decir, que te obsesionas con comer un número limitado de comida, y probar otras cosas, implica un sufrimiento, similar a el de una persona con TOC, que no puede pisar la línea de las baldosas por las que va caminando. Estas personas sufren mucho para cambiar sus hábitos alimenticios, y sufren cuando algo se le cambia, en cantidad, proporción y presentación, y tiene que ver con un trastorno, y nada con el sabor, ni con la realidad, es sencillamente una distorsión causada por un trastorno mental.

Joder para comer, también puede implicar una forma de vacío afectivo, exigir determinada comida, es como exigir que te quieran a la vez. En este orden de ideas joder para comer, no tiene una razón de ser, sino un propósito de manipulación afectiva, donde se tortura a sí mismo, y a la otra persona, con un circulo vicioso, si no me das esto, no como, si no me das esto, no me quieres, y si no como todos sufrimos, así que dame lo que quiero. Es mucho la lógica de los niños, pero ¿puede vivir un niño de comer solo dulces? O ¿puede vivir un niño solo comiendo pasta o arroz? Todo ser humano crece y aprende, y para ello debe experimentar y conocer otros sabores, igualmente aprende de la experiencia colectiva de las personas que están a su alrededor, por ejemplo, los familiares le van enseñando a los hijos que es rico y que es feo. Crecer en la alimentación no es un proceso fácil, pero si se deja la alimentación en manos del niño, solo va a querer comer dulces y gaseosas, y ello, por falta de conocimiento y falta de experiencia.

El gusto por la comida es un proceso de formación, primero solo nos alimentamos de la leche materna, y luego poco a poco vamos probando cosas nuevas, y vamos ampliando nuestras perspectivas alimenticias. En ese proceso vamos definiendo qué nos gusta y qué no, pero mucho de nuestros gustos dependen de nuestro entorno y de nuestras experiencias. Personas que tuvieron una mala experiencia con determinada comida, les queda un bloqueo por esa mala experiencia, y deciden suprimirla del menú permanentemente, como aquel que un día se comió un huevo descompuesto, sufrió una intoxicación y a partir de ese momento, decidió que no comía más huevos. Esto es un proceso traumático, que produce un bloqueo mental que genera una idea errónea, de que cada vez que coma huevo me voy a enfermar. En el caso de la comida, nunca es la misma, varía de acuerdo con la forma, los ingredientes o de persona a otra persona, por ello, nunca te bañas dos veces en el mismo río, cuando de comer se trata, siempre hay algo diferente.

Ahora bien, es claro que no todo te debe gustar, y la comida puede ser muy rica, pero también muy fea, y cuando es este el último caso, sin duda debes salir corriendo. Un parámetro que te enseña cuando salir corriendo, es cuando todas las personas están de acuerdo que la comida es muy fea. Pero cuando todo el mundo dice que la comida es muy rica, y a ti te sabe feo, puede ocurrir lo siguiente, que estés embarazada -si eres mujer-; que el cocinero te tiene rabia y dañó la comida a propósito; o que definitivamente el problema eres tú, que te acostumbraste a joder para comer, sin razón.

La comida también es salud, alguien dijo, eres lo que comes. En definitiva, si comes mucho dulce, si comes muchas harinas, si no comes verduras o frutas, si no comes lácteos o no comes proteínas, todo ello se te nota en un tu cuerpo. Comer balanceado sin excesos es el ideal de toda persona, por ello, si limitas tu forma de comer a determinados alimentos, o rechazas otros que sin duda son importantes, vas a tener un desequilibrio nutricional, y vas a sufrir sus consecuencias. Igualmente, existen dos extremos en los que no se puede caer, y son o comer mucho o no comer. Lo cierto es que ambos extremos llevan a descompensaciones alimenticias que pueden conducir a enfermedades físicas o mentales como la bulimia o la obesidad mórbida.

Por último, el tema de las alergias y la intolerancia a ciertos alimentos, es una condición física que produce una reacción orgánica aflictiva para quién la padece, muchas de estas personas desearían no tenerla y poder comer sin ninguna prevención la comida. Si no padeces este tipo de alergias, no hay razón para que las inventes una razón para joder para comer, y sencillamente crece, abre tu mente y no jodas a los demás.

En resumen, abre tu mente y disfruta de la comida, y no la utilices como una excusa para llamar la atención o hacerte el importante, porque en muchas ocasiones, te cierras las puertas, y haces sufrir a los demás, yo pasé por eso de niño, y la pasé muy mal, debo pedirle perdón a mis padres por tanto joder, y cuando dejé de hacerlo, fui más feliz, ellos también, y mi mamá aprendió a cocinar mejor, creo que tanta jodedera, bloqueaba o frustraba su arte culinario.

lunes, 1 de febrero de 2021

LA CORRUPCIÓN, ¿COMO FUNCIONA?

 

LA CORRUPCIÓN, ¿COMO FUNCIONA?

 

Por: Jorge Arturo Abello Gual

 

Uno de los grandes problemas de los gobiernos como Colombia es el manejo de la corrupción.

Para la desafortunada población colombiana que tiene que mantener el Estado, a cambio de la prestación de servicios públicos y la ejecución de obras públicas, el actual modelo político, económico y social, es insostenible.

Las campañas políticas para los funcionarios de elección popular generan unos costos exuberantes para los candidatos, estos gastos políticos que están por encima de los límites legales, y que costean reuniones con líderes sociales, transportes de votantes, propaganda política, comerciales en medios audiovisuales, pancartas, volantes, banderas, plegables, viajes del candidato y su grupo de apoyo a las diferentes zonas de la ciudad, del departamento o del país. Estos gastos de campaña son costeados o con recursos propios del candidato o con recursos recaudados de los grupos políticos que tienen interés en que el candidato sea elegido. Lo más triste es que a pesar de a los políticos se les paga una suma de dinero por cada voto que sacan, esto no cambia nada en el momento de las elecciones, puesto que por más que se devuelva algún dinero, los gastos por debajo de la mesa son superiores. También hay que tener en cuenta que los costos de las campañas también se destinan a actos de corrupción como comprar jurados, o comprar funcionarios de la Registraduría, para que los ayuden a sumar votos.

Los costos de una campaña son enormes, y si bien hay límites legales, que si se exceden generan incluso pena de cárcel, lo cierto, es que dichos límites nunca se respetan, y todas las campañas manejan una doble contabilidad, en la que declaran unos gastos formalmente, pero ocultan otros, e igual situación pasa con los ingresos de las campañas, donde se declaran unos dentro de los límites y otros quedan ocultos, así como el origen y destino de los mismos.

Luego del desgaste económico de una campaña, y luego de lograr la elección, el político ha perdido mucho dinero, y puede que quede endeudado, o en su defecto, pierde una muy buena porción de su patrimonio ¿Por qué lo hace? Poder y dinero. Ganar una elección produce ambas cosas.

Cuando un candidato elegido ingresa el primer día al cargo público, tiene muchas preocupaciones, pero una de las más grandes es cómo se paga la deuda o cómo recupero el dinero invertido. Obvio que el político también piensa en cómo mantener una imagen pública ante su electorado, y para ello debe preocuparse de realizar obras, proyectos y políticas públicas que le permitan mostrarse a la comunidad para seguir su carrera política, pero al margen de todo ello se encuentra la preocupación principal: ¿Cómo recupero lo perdido? Lo cual, de seguro, por más que se sumen todos los meses de salario percibidos por el político, no alcanzan a cubrir la suma gastada en la campaña política.

Una de las formas de lograr pagar sus deudas es a través del clientelismo, y esto significa el poder de elegir a otros funcionarios públicos, o incidir en su elección. Cuando un político nombra a todos sus colaboradores, los nombra en razón no a sus calidades profesionales, que sin duda por lo menos deben reunir un mínimo de requisitos, lo cierto, es que nombran a personas de su confianza, a miembros de su grupo político, a las personas que ayudaron a financiar su campaña, o a familiares de otros políticos, con la firme intención de que esos políticos elijan o nombren igualmente a sus familiares. La confianza en estos temas es fundamental, la elección de su grupo de trabajo es un tema trascendental para lograr los dos objetivos, mantener su imagen y recuperar lo perdido. Entre más cerrado sea el grupo, menos riesgos de que la información sobre la corrupción que se va a generar se pueda filtrar y pueda afectar su imagen.

En esta etapa de afianzamiento del grupo de trabajo, se lucha por la elección de funcionarios de control y vigilancia, como la Procuraduría, la Contraloría, de Defensoría Pública, y la Fiscalía. Una vez nombrados varios amigos en esos entes de control, se tiene mayor confianza de que si alguna información se filtra o si algo sale fuera de los planes, habrá amigos en los entes de control que dilataran las investigaciones, distraerán a los funcionarios en otros temas, cerrarán las investigaciones o las embolataran con algún pretexto. Así se garantiza la impunidad, pero también se garantiza la venta de la impunidad, es decir, quién participó en la elección o influyó en la elección de cierto funcionario de control, tiene la posibilidad de influir en su gestión, solicitando favores, y si alguien necesita que cierto funcionario de control no lo sancione, acude al político que tiene cierto control o manejo del funcionario, y paga para que no le pase nada.

Así entonces queda claro una estrategia, primero tener un grupo de trabajo de confianza, y controlar cargos o puestos en los entes de control, para luego pasar a otra etapa, y es la de recuperar lo invertido o lo debido en la campaña, manteniendo su imagen política. Para ello, se encuentra la contratación estatal.

El 80% del presupuesto del país se maneja a través de la contratación estatal. El presupuesto está compuesto, por los impuestos, tasas, contribuciones, otros ingresos del Estado, como la venta de bienes, o las utilidades de las empresas estatales o de economía mixta, y la financiación a través de créditos bancarios nacionales e internacionales. Con base en estos ingresos, el Estado paga el salario de todos los funcionarios públicos, organiza los gastos de los servicios públicos como la justicia, y organiza un plan de desarrollo, donde se elaboran proyectos de desarrollo para todo el país, como aeropuertos, acueductos, vías públicas, puertos y demás. Una vez proyectado el plan de desarrollo, se inicia la elaboración de proyectos de construcción para ejecutarlo, y comienza toda la proyección de toda la contratación estatal.

Aquí comienza la tercera etapa de la corrupción, y es la presentación de los proyectos con base en el plan de desarrollo para conseguir la asignación de los recursos, para iniciar los procesos de contratación de las obras públicas. Luego de la asignación de los recursos a determinado ente estatal, viene el proceso precontractual, ya sea a través de contratación directa o licitación pública. Aquí es donde los políticos tienen que garantizar que los contratos le sean adjudicados a su grupo económico, a su grupo político, a su grupo familiar o su grupo de amigos. Esa es la mejor forma de recuperar lo invertido.

Para garantizar la adjudicación de un contrato, el político solicita, el 10%, el 20%, el 30%, o hasta el 50% del valor del contrato. Entre más alto el porcentaje a favor del político, menos probabilidad existe de ejecutar el contrato. Así las cosas en alcaldías y gobernaciones en las que se ve la ejecución de las obras públicas, el porcentaje solicitado por los políticos oscila entre el 10 y 20%, y en las que se ve el proceso de contratación estancamiento, por ausencia de obras públicas o la existencia de las mismas pero mal ejecutadas, los porcentajes exigidos por los políticos es del 30% y hasta más, partiendo de que existen casos en los que se cobra el anticipo, y la obra nunca se ejecuta, o se construye solo los cimientos. Para dar un ejemplo de lo que ocurre en los contratos, se tiene el siguiente texto:

“Para viciar las licitaciones, los contratistas se hacen amigos o socios de los funcionarios públicos (alcaldes, gobernadores o congresistas) para que éstos les filtren información que los favorezca a la hora de presentar los pliegos (por ejemplo, los políticos o sus intermediarios les avisan a los contratistas amigos que tener una planta de asfalto les dará mayor puntuación).

En entrevista con RCN La Radio, un contratista, que pidió la reserva de su nombre por seguridad, sostuvo: "En este país los pliegos son dirigidos para que el contrato caiga en manos de un amigo del mandatario o del intermediario que es el que está manejando el negocio".

Por otra parte, según se indicó, los contratistas pueden agruparse como pequeños carteles, para ponerse de acuerdo en las licitaciones, de manera que optan por retirarse para dejar a un único proponente o acuerdan el reparto paritario de las ganancias, independientemente de quién haya ganado el contrato.

Cuando un mandatario vicia la licitación para favorecer a un contratista amigo, éste (el contratista) debe pagarle en efectivo un porcentaje del valor del contrato. Un contratista entrevistado por RCN La Radio afirmó: "En obras civiles se paga el 10%, y tengo entendido que en otras cosas como el sector de la salud, se paga entre el 30% y 50%".

Añadió que "ellos (los políticos) sí piden hasta el 20%, pero el contratista que dé el 20 se quiebra porque eso no tiene un margen tan alto de utilidad, y es como delicado dar más del 10% porque está jugando uno con que no se pueda hacer el contrato".

Sin embargo, no todos los contratistas le entregan el dinero a los políticos o sus intermediarios en efectivo (según se conoció, el dinero se entrega en tulas o maletines).

El contratista entrevistado sostuvo que cuando se ganan una licitación y éstos no gozan de la confianza del político, los mini-carteles de contratación les toca “pagar en especie”: “cuando el contrato es grande y ellos (los políticos) no confían mucho en uno, generalmente hay que escriturarle propiedades a uno de ellos para que le entreguen el contrato, es como un pago en especie".

Cuando se le preguntó qué tipo de propiedades se escrituran, el contratista afirmó: "Se pueden entregar lotes, casas y fincas".

A parte del lucro personal, el contratista le dijo a RCN La Radio que los políticos viciaban los contratos para asegurar su (re)elección: "Los políticos necesitan 'la platica' para hacer campaña".[1]

Los contratistas que ingresan a esta danza de millones, se someten a estas condiciones. A los que les va bien, el precio de su contrato se le incluye el sobrecosto del 20%, que exige el político para adjudicarle el contrato. Al que le va regular tiene que pagar el 20% del valor del contrato en el momento de recibir el anticipo que por regla general es del 50% del valor del contrato, con lo cual, tendrá que iniciar la construcción de la obra con el 30% del valor del contrato, y tendrá que buscar la forma de justificar de forma “imaginaria” el pago del 20% del político, para luego seguir facturando el otro 50% del contrato. 

El contratista que paga más del 20%, tendrá que luchar con el político para que le aprueben una adición al valor del contrato, para poder terminar la obra, de lo contrario, no podrá ejecutar el contrato. En este punto es que se presentan los primeros quiebres entre el contratista y el político, pues el contratista exige que, para terminar la obra, el político tiene que gestionar una adición al contrato, y el político pueda que lo haga, o pueda que se niegue; y también puede ocurrir que por más que gestione la adición del contrato, ésta no se logre, y aquí viene la presión de denuncias mutuas y del rompimiento de la confianza, con la afectación a la imagen política. 

En este campo, todo el que exigió y no le pagaron, exige el pago a cambio de no hacer un escándalo y revelar lo que sabe. Todo el que recibió está en peligro de ser denunciado. Todos tienen que llegar a un acuerdo, y cuando no se llega a un acuerdo, se inicia el escándalo. Es en este punto, donde el dinero apropiado se gasta en abogados y en la compra de funcionarios para no ser sancionados. En este juego, muchas obras no se ejecutan, o se ejecutan parcialmente, y con muy mala calidad.

Económicamente veamos un ejemplo que nos muestra, por qué las políticas y obras públicas no se pueden ejecutar a cabalidad en este modelo de corrupción política:

 

El manejo normal de un contrato o un proyecto es el siguiente:

Valor del contrato 50.000.000.000

Valor de impuestos a cancelar 35%= 17.500.000.000

Valor de gastos para la ejecución del contrato 60%= 30.000.000.

Utilidad bruta para el contratista 5%= 2.500.000.000

 

Como podemos observar, la carga tributaria de la ejecución de un contrato llega al 35% del valor del mismo[2], y ello es un costo fijo que no se puede evitar, quedando el 75% del valor del contrato, del cual, en condiciones normales se destina el 60% a la ejecución del mismo. Si a esa ecuación, se le extrae un 10%, un 20%, o más se corre el riesgo de no poder ejecutar el contrato. Igualmente, si se parte de la idea de que en el anticipo, que es del 50% por regla general, se pierde el 10% o el 20% del valor total del contrato por la corrupción política, sin tener en cuenta los impuestos que hay que pagar con mayor razón se puede evidenciar que el contrato no se va a poder ejecutar en su totalidad. Así la única forma de terminar un contrato en estas condiciones, es que desde el inició se lleve a un sobrecosto del valor real, o que se termine adicionando el contrato, para poder ejecutar las obras, y muchas veces también en la ejecución se vuelve a exigir por parte del político el 10%, el 20% o más para realizar la gestión. Así que el contrato, nunca logra el equilibrio necesario para ejecutarse, o siempre será ejecutado en sobrecosto.

Los contratistas para aumentar sus ganancias y no trabajar a pérdida, comienzan a bajar costos, y así contratan a profesionales menos calificados, compran materiales de menor calidad, y los proyectos terminan desarrollándose en déficit de ejecución. Así las obras y políticas públicas se ejecutan mal, de forma precaria o nunca se ejecutan de acuerdo con el porcentaje que se exige para pagar la corrupción, como dijimos anteriormente, si es del 10% se puede observar buenos niveles de ejecución, si sube al 20% el nivel de ejecución es precario, si es 30% la obra queda incompleta, y si es más del 30%, ya es seguro que no se va a ejecutar.

También tenemos que tener en cuenta otros factores, por ejemplo, si es un contrato de prestación de servicios, como elaboración diseños, capacitación, asesoría, consultoría, los porcentajes que exigen los políticos pueden llegar al 50%, pues los productos son conceptos, diseños, o labores intangibles, que no manejan los mismos precios que una obra pública, pero que igualmente son costosos, y su servicio, no genera tantos costos, así que las ganancias son mayores.

También se debe tener en cuenta, que el contratista es un empresario que seguramente realizó un aporte a la campaña del político, así que no es un simple empresario que va a buscar una utilidad, sino que es un empresario que va a tratar de recuperar la inversión con el contrato, por lo tanto, el busca recuperar un monto fijo de su aporte a la campaña, así que este es otro factor, que induce al contratista a bajar los costos, para aumentar su utilidad y recuperar así su inversión.

También ocurre que la corrupción mantiene a todo un aren que viven de la contratación, que son los mensajeros, los intermediarios, los testaferros que lavan el dinero de la corrupción, los periodistas, los entes de control y todas las personas que deben comprarse para ocultar la corrupción o para que se hagan de la vista gorda y no la saquen a la luz pública. La danza de los millones costea todo esto, así hay jueces y fiscales que a cambio de no iniciar procesos de investigación o retardarlos, cobran para no afectar a los corruptos. Hay medios de comunicación que extorsionan a los corruptos para no exponerlos a la luz pública. Y así, hay muchas obras que no se ejecutan porque los recursos destinados a ellas, deben ser destinados para pagar a los extorsionistas de los corruptos.

Desde el punto de vista económico, existen tres formas financieras de manejar un contrato.

El jineteo o el carrusel, que es cuando inicias un contrato en déficit o a pérdida, y para cumplirlo, requieres que te adjudiquen otro contrato, para poder cumplir el anterior, haciendo que el nuevo contrato también inicie en pérdida, por lo que requieres de un tercer contrato para cubrir el segundo, y así, hasta que llega el punto en que no adjudican el cuarto contrato, y el tercero queda sin fondos para terminarse, y ahí queda la obra incompleta.

La segunda forma, es la ejecución del contrato y esperar la ganancia al finalizar el contrato.  El problema con ello, es que con un contrato que se inicia con un anticipo, y se da una cuota para la corrupción, no será posible terminar la obra, o ejecutarla completamente, iniciando con un déficit mayor del 10% y con una carga tributaria del 35% del valor total del contrato. Así es muy difícil esperar las ganancias hasta el final del ejercicio. Muchos contratistas en estas circunstancias aseguran sus utilidades o el retorno de su inversión desde el pago del anticipo, y por ello no logran ni iniciar la ejecución del contrato.

La tercera forma, es que el contratista logre en cada pago un porcentaje de su utilidad y vaya amortizando sus inversiones y gastos. Pero el problema es el mismo, si la afectación provocada por la corrupción al equilibrio contractual permite o no la ejecución del contrato en óptimas condiciones.

 

RESUMEN Y CONCLUSIONES.

El modelo actual de ejecución de obras públicas y políticas públicas, no permite el desarrollo y el progreso de nuestro país. La corrupción hace que en los contratos se invierta menos del 40% y 30% de los recursos destinados a cada proyecto, lo cual repercute en la calidad, y la viabilidad del proyecto. A veces ante la imposibilidad de iniciar la obra con los recursos que quedaron luego de que el político corrupto extrae su tajada, muchos proyectos no logran siquiera iniciar.

Las obras que se terminan son aquellas que tienen sobrecostos, prórrogas, adiciones y modificaciones de los contratos iniciales. Así que estos contratos se terminan, con sobrecostos enormes como ocurrió en el caso de Reficar y el túnel de la línea.

No existe de esta manera una forma de ahorrar recursos para la Nación, así que el déficit presupuestal, y la deuda externa, seguirán aumentando, y así igualmente aumentarán los impuestos, de manera descomunal.

La corrupción inicia desde la elección de los cargos de elección popular, la corrupción paga, el costo de las campañas, y el dinero del Estado, se gasta inoficiosamente en volantes, pasacalles, panfletos, papelería, asesores de campañas. Fuera de ello, las campañas políticas son costosas para el Estado, viendo toda la logística que requiere realizarla. Lo mejor que podría ocurrir es que las campañas electorales sean virtuales y las elecciones también, -las elecciones de papel, hasta el momento, no han garantizado que no se haga un fraude electoral-. Es necesario disminuir los costos de las campañas, así como la posibilidad de que los candidatos obtengan votos utilizando maquinaria política corrupta, y no por su valor político.

Los entes de control, como la fiscalía, la procuraduría y la contraloría, deben ser elegidos, no por los mismos políticos que deben vigilar, sino deben ingresar a sus cargos por concurso de méritos, así no estarían sujetos a la elección de los políticos y comprometerían su imparcialidad al ejercer sus funciones de control y juzgamiento. En caso del Fiscal general de la Nación, el procurador general de la Nación y el Contralor, deberían ser cargos elegidos las altas cortes, por funcionarios de carrera administrativa, de una lista que no sea propuesta por ningún político. Así se garantizaría mayor imparcialidad y mayor control de la corrupción. En otros países estos funcionarios son de elección popular, pero si las campañas cuestan, y las patrocinan grupos políticos y económicos, el resultado seguiría siendo nefasto.

La contratación y las políticas públicas deben proyectarse a producir y a desarrollar el país. Los recursos deben ser invertidos para producir más riqueza, desarrollo y prosperidad, cambiando así la concepción de gasto y de sostenibilidad de los grupos políticos. El Estado debe proveer de las condiciones para que la población se desarrolle, la visión debe ir dirigida a invertir, para producir más riqueza.

Este no es un tema de izquierda o de derecha, pues el modelo lo aplican todos indistintamente a su afinidad política. Todos requieren dinero para sus elecciones, y luego de alguna forma deben devolverlo o pagarlo.

Quien pueda llegar al poder y solo vivir de su salario, es porque no tiene deudas o compromisos adquiridos para obtener su cargo, lo cual, no es posible en una sociedad que por ignorancia se vende en las elecciones. Lo ideal, es que un candidato pudiera ser elegido sin invertir mucho dinero en su campaña. Y que maneje una visión de Estado diferente, donde produzca, y que no solo gaste. Entre más deudas tenga el Estado, más impuestos se van a crear. 

La otra verdad, es que en Colombia no sabemos elegir, aún se compran a los votantes por un plato de sopa; elegimos a personas que no cuentan con las capacidades para ejercer los cargos públicos; elegimos a personas vinculados con temas de corrupción. En fin, uno no se explica cómo son elegidos en varias oportunidades personas como Roy Barreras, Armando Benedetti, Paloma Valencia, entre otros como Congresistas. Los votantes debemos estar atentos a la vida política de los funcionarios públicos, y aplicar el voto castigo, en contra las grandes personalidades del país que solo viven del Estado, y le hacen daño con su actuar.

 

 


[1] RADIO RCN. En 10 años se han perdido $832 mil millones por corrupción en contratos de obras viales, según la Contraloría. 5 Dic 2013. En la siguiente página web: https://www.rcnradio.com/colombia/en-10-anos-se-han-perdido-832-mil-millones-por-corrupcion-en-contratos-de-obras-viales

[2] MORENO ZAMBRANO, Alvaro Jose; DELGADO GIRALDO, Diana Elliser; BEDOYA RINCON, Maria Eugenia. Aspectos tributarios para los contratos de obra pública en Colombia. Monografía presentada para optar por el título de Especialista en Derecho Tributario. Pontificia universidad Javeriana facultad de ciencias jurídicas especialización en derecho tributario Bogotá 2017. En la siguiente página web: https://repository.javeriana.edu.co/bitstream/handle/10554/41119/Documento.pdf?sequence=4&isAllowed=y consultada el 1 de Febrero de 2021.

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