El más grande problema de un gobierno, es mantener una opinión favorable en los ciudadanos a los cuales está gobernando, se habla de una imagen de favorabilidad, y ello va variando de acuerdo con las embarradas o aciertos que alcance en el ejercicio de su cargo.
¿Cómo llega Petro al poder? con una confluencia de factores, entre ellos, el desprestigio y la corrupción de la derecha, de un gobierno de Iván Duque que a pesar de que le tocó toda la dificultad de la pandemia del Covid 19, quedó muy mal parado, a pesar de que en términos generales pudo haber sido peor. El desgaste y desprestigio del Uribismo como una opción presidencial, que destruyó las aspiraciones del candidato en su momento que era Fico Gutiérrez. El desbarajuste político de Vargas Lleras y la desaparición del partido liberal y el partido conservador, como fuerza política. La falta de fortaleza de candidatos del centro o de izquierda moderados, como Antanas Mocus, Sergio Fajardo, Alejandro Gaviria. El surgimiento de una tercera opción como fue la propuesta de Rodolfo Hernández. Todo lo anterior, sumado a un discurso de odio de clases, y conspiraciones entre los ricos, que apuntó a ganarse los votos de las masas, los trabajadores, profesores, estudiantes y en general la gente inconforme, que es mucha en Colombia.
Todo dio paso al petrismo como la opción, de quienes no quedaron alineados con Rodolfo Hernández, en la segunda vuelta de las elecciones, incluso figuras como Benedeti, Roy Barrera, y gran parte de de los partidos conservadores y liberales, que se unieron a Petro, conformando una gran coalisión en contra del viejito (Q.E.D.) Rodolfo.
Nadie se acordó de aquella alcaldía desastrosa que hizo Petro, y le creyó la demagogia de un cambio, donde muchas propuestas están en vilo.
La revolución petrista consiste en desmontar a los grupos económicos que desangran al país, buscando favorecer sus propios intereses, y la necesidad de beneficiar a las clases más necesitadas, y eso ha sido y seguirá siendo su discurso político, además de que el es víctima de ellos, y de que el pueblo debe levantarse y marchar a las calles para exigir sus derechos.
Pero bueno, veamos los problemas que ha presentado el Gobierno:
1) Desmontar a las EPS, y retomar el servicio de salud al Estado. La reforma a la Salud, busca retornar la administración de los recursos de la salud al Estado, sacando del mercado a las EPS. La discusión comenzó con la solicitud de una reajuste de los recursos girados a la EPS (UPC). Después se presentó una reforma a la salud, intentando sacar a las EPS, proponiendo que fueran los entes públicos (alcaldías y gobernaciones) la administración de dichos recursos. Luego se presentó un enfrentamiento entre las EPS y el Gobierno, donde las EPS dijeron que si no reajustaban el valor de los precios, se irían a quiebra, mientras el Gobierno, no cedió y dijo que el estaba girando lo que decía la Ley. En efecto, se presenta la dificultad económica, intervienen a Sanitas EPS, y Sura EPS, anuncia que se iría de Colombia. Con las dos EPS más grandes por fuera, queda fácil a la fuerza lograr lo que se había propuesto en la reforma, y es que el Estado asuma la prestación del servicio de Salud. El problema, con esta figura es que la administración de la salud por la parte pública, lo que va a generar es más burocracia, además de que ni las alcaldías, ni las gobernaciones tienen la infraestructura, ni el personal suficiente para asumir en la práctica la prestación del servicio de salud, lo cual, no generaría ningún cambio evidente en el sector salud.
2) En relación con la política de hidrocarburos, petróleo y energía, el discurso populista raya en la ingenuidad del concepto ambientalista radical, que no tiene que ver con el concepto del desarrollo sostenible. Si bien es cierto, existía un grupo económico que dominaba el negocio del petróleo en Colombia, el discurso de Petro, ha generado las alzas del precio del combustible al quitar el Fondo de estabilización del precio. Ha generado también la baja del precio de las acciones de Ecopetrol. Ha puesto en riesgo el abastecimiento futuro de gas, gasolina y ACPM, ante la negativa de autorizar nuevas exploraciones. Nadie niega que hay que tener un sentido ecológico para garantizar las condiciones de un ambiente sano hacia un futuro, y sin duda, se debe ir realizando poco a poco, una transición a la producción de energías limpias, el tema es hacer una transición estratégica y responsable. No se puede imponer una transición hacia otras formas de producir energía, descuidando los medios que hoy se tienen para producir la energía que necesitamos. No podemos pedir que la gente deje sus automóviles y comience a caminar o a ir al trabajo en bicicletas. No se puede dejar de producir energía, para caer en la pesadilla de unos racionamientos, o lo que es peor, que nos toque en un futuro importar gas, gasolina y energía, porque teniendo los recursos, se han implementado políticas nefastas e inadecuadas. Que le toque a toda Bogotá bañarse con agua fría por que no hay gas. Que se suspendan los vuelos de las aerolíneas porque no hay gasolina para aviones, o que la gasolina aumente de 9000 a 15000, y que con ello, suban todos los precios de todos los productos por el costo del transporte. La gasolina impulsa todo el comercio, el aumento de los precios ha afectado a todos, incluso a los pobres que tanto se ufana el presidente de proteger.
3) La seguridad, apostar por la paz en un discurso, en llegar a acuerdos de paz con los grupos armados, que ven una gran oportunidad para reactivarse y recuperar territorios para el narcotráfico, la extorción en todas sus expresiones, el desplazamiento y el despojo. El antecedente guerrillero del actual jefe de Estado, genera un rompimiento entre la presidencia y las fuerzas armadas, como si fueran viejos enemigos, que no coordinan un plan de seguridad coherente que impida que los grupos armados se sigan expandiendo por todo el territorio, y vuelvan a tener poder territorial, económico y militar, ante la inactividad del Estado. Si no se combate a la delincuencia, esta se confía para seguir delinquiendo y seguir creciendo.
4) Reforma agraria, con la pérdida de la seguridad por la acción de los grupos violentos es muy difícil que el campo pueda producir, pueda desarrollarse y pueda regenerarse, y muy por el contrario, ya volvieron el aumento de los cultivos ilícitos, el reclutamiento forzado de menores, y el desplazamiento forzado, ante la ausencia del Estado en los territorios.
5) Educación, no hay una política clara que solucione el esquema de educación en Colombia. Las Universidades tienen unos valores muy altos que muy pronto, le van a impedir a más personas acceder a la educación profesional. El presupuesto de becas ha sido disminuido, porque la mayor parte de becas se asignaban a las Universidades más costosas, lo cual, también disminuía el número de becas, y comenzaba a generar un monopolio de las Universidades. En todo caso, no ha existido ninguna política dirigida a buscar mejores precios de las matrículas, la disminución de los costos de la educación, el garantizar la transición de colegios públicos a las universidades, la transición de los estudiantes de provincias a las Universidades. ¿Educación pública? ¿Acabar con los privados? No hay relación de calidad y operatividad.
6) La corrupción, no ha desaparecido. En estos momentos, en vez de haber corrupción en la contratación, por los bajos niveles de ejecución en todas las carteras ministeriales, la corrupción se ha generado en la burocracia, en la creación de cargos públicos y el nombramiento de servidores públicos intrascendentes e irresolutos, que sin experiencia son elegidos, porque abrazan el discurso, pero que no saben ejecutar.
El circo seguirá, mientras que se sigan aplaudiendo a los payasos.
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