Sin duda, uno de los grandes problemas es la corrupción, que se puede definir, como desviar los fines y servicios del Estado para fines particulares.
La corrupción se ve en todos los niveles, como decía Shuderland, la corrupción se enseña y se aprende, y en el caso de la delincuencia de cuello blanco, su motivación no es la pobreza o la falta de oportunidades, en estos casos, los corruptos generan una subcultura que define cómo se hacen las cosas, como por ejemplo, ¿Cómo se llega a ocupar un cargo público? ¿Con los méritos o por las influencias?
En la corrupción, siempre existen dos partes, una que propone y la otra que acepta. En este artículo se va a tratar el tema del corrompido, es decir, aquel que acepta o se deja manipular por el corrupto.
Como bien lo dice la frase "es muy difícil hacer que un hombre entienda algo, cuando su salario depende de que no lo entienda." El corrupto se vale del corrompido para lograr sus objetivos, y por ello lo compromete.
Así las cosas, quién financia a un político en una elección, tiene un objetivo, y es, que cuando se elegido, lo favorezca en nombramientos, cargos o contratos. El político que acepta la financiación queda comprometido en cumplirle a su patrocinador una vez quede elegido. Lo mismo ocurre con quién ayuda en la logística de la elección, aportando votos, dinero para publicidad, y reuniones políticas.
Cuando una persona aspira a un cargo público, a través de la figura del libre nombramiento y remoción, o a través de un contrato de prestación de servicios, la persona nombrada le debe el agradecimiento de quién lo eligió o quién influyó en su nombramiento. Esto es otra forma de corrupción, y es a través de la burocracia, y es, yo te nombro, tu me nombras, yo te colaboro, tu me colaboras y ahí vamos, favor por favor. En estos casos también, existe un tema de dependencia y es, quién te nombra también tiene el poder para destituirte, así que el salario del subordinado se debe al superior, la dependencia lo hace proclive a hacer todo lo que le ordene el superior so pena de perder su trabajo. En el caso de los contratistas, su renovación y continuidad dependen del superior, y por tanto, también generan un alto grado de dependencia.
La corrupción ataca a todas las personas a través de una propuesta de "negocio" que si la acepta, lo compromete a seguir adelante con el plan hasta su finalización, a aceptar otros planes futuros. El corrupto ataca buscando el interés del corrompido (dinero, propiedades, viajes, sexo, favores, etc.), o ataca con la coacción (amenazas), hay mucho en juego, en especial dinero y evitar ser descubiertos. El corrupto se asegura de que el corrompido quede tan sucio como él, para que se comprometa con la causa y no se arrepienta y salga a denunciarlo. Así las cosas, la corrupción es como las drogas, una vez ingresas es muy difícil salir del circulo.
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