La casa es el reflejo de ti mismo. La forma en que vives refleja tu estado mental. El desorden y la suciedad no ayudan ni con tu estado de salud físico ni mental, y por el contrario, reflejan un descuido personal y una carencia de orden en tus pensamientos y en tu vida.
No es, el que más ordena, el más ordenado, pues muchas veces guarda las cosas sin criterio, y no sabe donde las pone. Las cosas se guardan, no se esconden, si las escondes no las vas a encontrar y no las vas a utilizar. Cada cosa en su lugar, de acuerdo con la utilidad de cada una.
Las cosas que acumulas contienen recuerdos, y eso genera apego, lo cual, al mismo tiempo te puede llevar a acumular cosas que no necesitas, colmandote los espacios, anclandote al pasado y obstruyendo la renovación.
Ordena de forma estética y tendrás una sensación visual agradable. El desorden y la suciedad proyectan caos y estrés en tu mente, puede generar accidentes y enfermedades tanto físicas como mentales.
Enseña el orden en tu hogar y procura que se mantenga por el bien de todos, tu desorden afecta a los demás.
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