viernes, 6 de septiembre de 2024

EL SOBERBIO





Cuando un soberbio se equivoca solo le queda la vergüenza, y por eso, aún estando evidentemente  equivocado, se mantiene en su error.

No sabe que es de Sabios cambiar de opinión.

El soberbio no reconoce la humildad, la ve como una debilidad, así como pedir perdón o reconocer que se ha equivocado.

El soberbio siempre se justifica y culpa a los demás. 

Qué duro es ser soberbio, pues sufres en todo momento, tratando de ocultar tus imperfecciones, cuando nadie es como pretende el soberbio hacerse ver.

El soberbio no cae bien a las personas, pasa por antipático y grosero, le cuesta reconocer que existen otras personas dignas de admirar diferentes a él.

El soberbio daña a las personas que los rodean, al no reconocer sus logros y se concentra más, en destacar sus errores. Es exigente y nada lo satisface.




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El Unión Magdalena de 1992