miércoles, 29 de enero de 2025

La mendicidad


 




La mendicidad es una forma de vivir, desafortunadamente, una persona que se ubica en un lugar todos los días para pedir limosna, toma ese hábito y lo convierte en un trabajo, pues sale de su casa con la firme convicción de que va a trabajar pidiendo limosna, y por ello no busca trabajo.

La pobreza y la falta de oportunidades en una sociedad inequitativa, el desplazamiento forzado por la violencia, una catástrofe como una inundación o un terremoto, generan la situación critica y llevan a una persona de pedir ayuda a los demás y ello sin duda lo amerita. Las situaciones de vulnerabilidad de niños, ancianos y enfermos, también ameritan la ayuda. Pero hay personas especializadas en pedir limosna que pueden hacer más por la vida y a esas, son a las que me referiré.

El limosnero se especializa, identifica a las personas que pasan por su sitio como sus clientes recurrentes. También adapta su atuendo, su presencia y su apariencia física para dar lástima.

Se ubican en sitios estratégicos como las iglesias, los centros comerciales y los restaurantes, sitios donde concurre la gente con dinero y que al verlos, le darían dinero por el sentimiento de culpa de tener lo que a los otros le falta.

El limosnero recolecta dinero todos los días, porque todos los días se ubica en el mismo lugar, con la misma estrategia y con el mismo fin, el no busca trabajo, porque ya lo tiene, y así como todo vendedor ambulante, tiene días buenos y días malos, pero a diferencia de este, no invierte en nada para vender.

El limosnero surge porque tiene una necesidad, Pero luego se le convierte en hábito y en una forma de vivir, muchos se conforman con lo que son, y otros, la depresión de su situación los lleva al alcohol y las drogas.

La mendicidad también es un negocio, y en varios países como India y Rusia, se han encontrado organizaciones criminales que explotan la mendicidad en los niños, y en Colombia se descubrieron familias que explotaban a sus propios hijos y nietos en la mendicidad, y otras que alquilaban a bebés a mendigos, y cobraban por día, siendo esto, una verdadera trata de personas.

Quiero aclarar que esto es un tema complejo, y quiero aclarar que no estoy en contra de ayudar al prójimo, pero hay gente que vive y se aprovecha de los demás a tal punto que se generan mafias de explotación de menores, como en la película quien quiere ser millonario, y varias bandas rusas que secuestraban niños, los mutilaban y los explotaban en la mendicidad. Lo que quiero es llamar la atención como penalista es, del timo y de la trata de personas  que se esconde debajo de la mendicidad.

Hay personas que si necesitan ayuda y debemos ayudarlas, pero hay otras que tomaron por trabajo la mendicidad y  les enseña a los hijos a hacer lo mismo y los utiliza también para ello, generando un problema social.

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