miércoles, 4 de diciembre de 2024

El equipo de Santa Marta, nació una pasión.

 

Este fue el equipo que me tocó ver en mi infancia, un Gran equipo, que luchaba con toda para mantenerse a flote, ganando en Santa Marta y pellizcando uno que otro punto de visitante.

Era dirigido por Jorge Luis Pinto, ya habían pasado mejores épocas como la de 1989, del Unión de Carlos Trucco, Neri Franco y Jorge Ramos.

Ya se habían ido Marcelo Ibañez, Orlando Rojas, Ronal Valderrama, Tedy Orozco, Flaminio Rivas, Guillermo Serrano y Alex Comas.

Venía una nueva camada de jugadores, pero apoyados con muy malos refuerzos.

El arquero Roberano, tenía de apodo pase gol Roberano, porque daba mucho rebotes, no agarraba el balón y se la dejaba servida a los delanteros contrarios.

Iturburo, goleador uruguayo no jugaba bien, pero le pegaba durísimo al balón, metía goles de cabeza y de tiro libre. Llegó una temporada que marcó dos goles por partido en Santa Marta. Luego de cuatro años salió de goleador y se fue para otro equipo, pero luego volvía, porque sólo era goleador en el Unión.

Mauricio Ospina, tuvo sus días de goleador, pero luego se le mojo la mecha.

Yosvidas Fuentes el guajaro, fue el 10 del Unión por toda una década, organizaba al equipo, metía goles y era un pasador de pase largo, le rendía en Santa Marta Pero no de visitante.

La piña Mendoza, marcador técnico y con buen pase de salida, fuerte en la marca, muchas amarillas y rojas.

Alberto Zamora, conducía bien el balón y buena marca, pero también le sacaban muchas amarillas y rojas.

Jerson Fulla, excelente defensor central, muy técnico, de los mejores, pero era perezoso pudo haber destacado más.

Richard Pontón, también buen defensor central, más rústico que Fula, pero tuvo una lesión y nunca más se recuperó.

Alberto Gamero, buen lateral derecho, pasador y logró meter muchos goles cuando estuvo con Prince, pero uno de los goles más recordados fue el que le metió a Óscar Córdoba desde la mitad de la cancha, ayudado por la Brisa.

Raul Brochero, un volante de creación con gran movilidad y gol, Pinto lo metía por lo general faltando 15 minutos y cambiaba el partido con su juego.

En la banca de estos surgieron jugadores como el Manduco Cáceres, que llegó a Santa Marta como boxeador y terminó como volante de marca en el Unión, era el que marcaba al Pibe, cuando jugábamos contra el Junior. Lo expulsaban bastante, pero la gente lo aplaudía cada vez que pateaba a los jugadores de los otros equipos, a veces lo expulsaban y salía aplaudido por la afición.

También iba a surgir de la banca a Luis el diablo Zuleta, que junto con Brochero entraban faltando 15 minutos y con su juego cambiaba todo el partido a favor del Unión. Al principio no metía goles, jugaba por la banda, y le metía el pase gol a Iturburo.

Otro que venía de la banca fue Einer Viveros, volante de marca, con buen manejo del balón, terminó siendo un buen lateral izquierdo, con perfil invertido, porque era derecho, pero jugaba muy bien por izquierda.

Otro jugador que salió de la banca fue Justiniano Peña, recio defensor, impasable por arriba y reventaba sin asco a la tribuna todo balón que le llegará, lo apodaban el Alemán.

También anduvo por ahí en la banca Jairo Calanche Sulbaran, de gran movilidad y buena pegada, combinaba el ser escurridizo con un gran remate.

Los que iban y venían, Orlando Rojas, Arturo Reyes, Marcelo Ibañez y Jorge Ramoa. Orlando el Salvaje Rojas, fuerte y recio como su apodo, Arturo Reyes más técnico pero malo en el juego aéreo, y Marcelo Ibañez, un motorcito, buen jugador. Jorge Ramoa excelente jugador con una zurda que pateaba bien los tiros libres, los tiros de esquina y los penales.

Vinieron paraguayos malos como Líder Adorno y Marcial Garay, que aprendieron a jugar en Santa Marta, pero eran muy malos. Luego vinieron Argentinos malos, como Otelo, Sotelo, Moreira y Priori, también vinieron barranquilleros como Yesid Trujillo, el goleador Jorge Villar y Araujo, cachacos como Rocero y Jhon Mario Ramirez, Valleacucanos cómo James Carmona, Hurtado, Orejuela y Alvear. Otros paraguayos como Spinola, Samaniego y Ruiz Díaz.

Este equipo duro casi 10 años, entre Pinto y Prince, dónde tuvo sus buenos momentos, clasificando a los octogonales, y casi alcanzó una final con Prince, hasta que descendió el Unión por primera vez,  por malos periodos y malos resultados, con Caliche Vergara, Barrabás Gómez y Alberto Suárez, que enterraron por muchos años la cultura futbolística de Santa Marta en el torneo de segunda división.

El descenso ocurrió cuando el Unión estaba sacando una nueva camada de jugadores con Luis Fernández El Superman (arquero), la Parca Betancourt, José Otero, Angelo Labastidas, Edson Zarate, Pablo Quat, Tucurinca Muñoz, Hayner Toro.

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El Unión Magdalena de 1992