No cayeron flores ni claveles, luego de la faena del Unión, llovieron zapatos de la tribuna.
Como un milagro festejaron los jugadores del Unión Magdalena el triunfo en Bogotá ante el Millonarios, 2-1. Ya al parecer la victoria es un milagro, el empate es ganancia y la derrota lo acostumbrado.
La afición capitalina no aguantó la impotencia de ver a su equipo perder con el Unión Magdalena y le tiraron sus zapatos a la cancha en señal de protesta. Prefirieron irse descalzos a sus casas que dejar de tirar sus zapatos a la cancha del camping. Al técnico lo despidieron y el coraje del hincha se hizo sentir con una lluvia de zapatos, no pronosticada por el Ideam.
En un año, el Unión solo ha conseguido tres victorias hasta el momento, y las tres en Bogotá, ante fortaleza, ante la equidad y ante Millonarios.
El estadio Sierra Nevada de Santa Marta no ha sido el fortín que fue el Eduardo Santos, dónde el Unión ganaba a punta de garra y orgullo. Sangre y arena decía Pablo Hugued. Hoy todos los equipos que llegan a Santa Marta sacan buenos resultados, desde los más chicos, y con más razón, los más grandes.
Las directivas no han dado ni con un buen cuerpo técnico, ni con buenos jugadores. Esperemos que las cosas mejoren y el equipo despierte, a ver si cambia el panorama y retornamos a los buenos tiempos.
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