Definitivamente Eduardo Dávila no tiene visión, y sus decisiones siempre están marcadas por la mezquindad.
Ataca a Arturo Reyes, que es Samario, fue jugador del Unión Magdalena, y tiene todos los pergaminos para dirigir al Unión: Fue técnico de la selección Colombia, fue campeón con el Junior, es el actual hombre de confianza de los Char, es decir, si hay problemas con el Junior, él sale a solucionarlos.
Decide traer a Alexis García, de escuela paisa, rígida, con fama de ultradefensivo, y sin ningún titulo o campeonato, además de haber sido despedido de la equidad por bajo rendimiento.
Las aventuras de Eduardo Dávila con entrenadores paisas no han sido buenas, ejemplo de ellas, Barrabás y Pedro Sarmiento, ninguno de los dos pudieron evitar el descenso.
Las cosas no van a cambiar, si Eduardo Dávila sigue manejando las cosas, con un criterio tan errado. El barco se hunde y el capitán está borracho.
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