No hay derecho a que Colombia pierda el rumbo social, económico y político, por culpa de un ajedrecista calculador y sin escrupulosos como Santos.
Desde que estuvo a punto de perder la reelección con Zuluaga, la política de vender el país a cualquier precio para conseguir sus objetivos no ha tenido límite. Hizo alianzas con todo el que pudo, con las FARC, con Petro, con Vargas Lleras, con el partido Liberal, con parte del Partido Conservador, y en general con todo el que pudo para quedar reelecto.
Le ha pagado a todo el mundo y se ha llevado a la economía Colombiana a una delicada situación por el déficit fiscal, que ha aumentado descomunalmente e irresponsablemente. Los niveles de corrupción se han elevado y hoy los funcionarios públicos parecen meseros: cobran el servicio a pesar de recibir sus sueldos. En una denuncia un contratista ignorante de un pueblo se quejaba de que el alcalde le había exigido una comisión del 30% que normalmente era del 15%, y que ese aumento superaba los índices de la inflación. Es decir ya es casi una costumbre o requisito cultural pagar el 15% al titular de la cartera para contratar con el Estado.
Por otro lado la economía se atasca con más impuestos, una bolsa de valores desprestigiada, y un sistema financiero costoso, con servicios caros, altas tasas de interés para préstamos, y unas tasas miserables para cuentas de ahorros. El gobierno castigó el consumo con el 19% del IVA, con el 8% con el impuesto de consumo. Además castigó la inversión con los impuestos a los dividendos y con el pago anticipado de créditos para la inversión. Y como se bajó tanto el recaudo como es normal después de tanto impuesto, ahora aumenta cuanto más pueda la gasolina. Además, el impuesto por valorización y el predial, tienen en jaque a los propietarios de finca raíz. Señor Santos, si no bajan los impuestos y la gasolina, este país se lo va a llevar la roya. Más que aumentar los impuestos, se debe reducir el gasto público. El aumento irracional de impuestos, causa evasión, informalidad, disminución del consumo y menor recaudo.
En relación con el conflicto armado, no va a existir paz, en las condiciones sociales actuales. Desorden en el proceso de desmovilización de la guerrilla, hay disidencia en las filas del grupo guerrillero de las FARC, el ELN, el otro grupo viene creciendo, las bacrin están en plena operación y el ejército, no combate a las FARC porque está en proceso de desmovilización, no combate al ELN porque no son supuestamente muy pequeños y no lo ameritan y porque está en proceso de diálogo con el Gobierno. Y no combate a las bacrin porque ya no son parte de un conflicto armado, y porque si los combaten corren el riesgo de ser investigados y sancionados por la justicia penal ordinaria. Hoy los cultivos ilícitos han aumentado y por tanto el narcotráfico, zonas que se habían recuperado con el control del ejército nuevamente se han perdido y ahora hay conflicto armado entre diferentes bacrin, grupos disidentes de las FARC, y el ELN por los territorios antes dominados por las FARC y por el ejército. La paz no se consigue en este escenario, y la verdad es que Santos no se merece ese premio Nobel, por irresponsable.
Santos va a terminar un ciclo presidencial de 8 años, con un país mal gobernado, en quiebra por tanta corrupción, una economía destruida por tanto impuesto, y un país sumido en una nueva dinámica del conflicto armado. Logró sus objetivos personales: ser reelecto presidente, tener poder político, acrecentar su poder económico y un premio Nobel, pero deja a un país sumido en una fuerte crisis, por lograr sus objetivos, hizo jaque al rey, pero sacrificó a todo un país cual peón de ajedrez para alcanzarlo.
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