LA CONCIENCIA SOCIAL NO ES UN TEMA
NI DE DERECHA, NI DE IZQUIERDA, ES UN TEMA ETICO Y MORAL.
Por: Jorge Arturo Abello Gual
La
consciencia social es un pensamiento relacionado con los sentimientos de
solidaridad y de empatía, la traducción es si yo estoy bien, también quiero que
los demás estén bien, que es todo lo contrario del egoísmo, que predica que, si
yo estoy mal, también quiero que los demás estén mal.
La
conciencia social es prácticamente el resultado de una reflexión entre lo que
hago para mí, y lo que hago por otros, y lo que quiero para mí, y lo que quiero
para otros. La reflexión debe llevar a que todos en conjunto estemos bien, y
ello definitivamente contrasta con el pensamiento egoísta, que ya citamos en el
que si yo estoy mal, entonces todos deben estar mal. Y también contrasta con
otro pensamiento que podríamos denominar el oportunista, que se traduce,
primero yo, segundo yo y tercero yo, y el resto que se joda.
Desarrollar
la conciencia social, y superar los pensamientos egoístas y oportunistas, son
parte de un proceso de crecimiento y desarrollo mental. Los seres humanos desde
la concepción dependemos de nuestra madre para sobrevivir, y para ello
desarrollamos un cordón umbilical del cual recibimos alimentos y oxígeno. Luego
nacemos y durante toda la niñez, dependemos del cuidado de nuestros padres.
Posteriormente en la pubertad, comienza un proceso de independencia, algunos la
alcanzan, otros no desafortunadamente, pues no logran salir de su hogar. En la
adultez ya hemos formado un carácter y nuestros gustos por las cosas, tenemos
cierta libertad, aunque siempre van a ver cosas que nos condicionan como la
familia, los hijos y el trabajo. Y en la vejez, algunas veces morimos libres y
en otras morimos dependientes.
La
conciencia social se desarrolla cuando nos damos cuenta que necesitamos de la
ayuda de otros para poder crecer, y que otros también necesitan de nuestra
ayuda para hacer lo mismo. El problema es que muchas personas se quedan en la
niñez pensando en que el centro del universo son ellos, y que el resto de personas
están para servirles, o que las demás personas no existen si no le proporcionan
algún beneficio. Precisamente el pensamiento oportunista es un pensamiento de
la niñez, donde es primero yo, segundo yo y tercero yo, y el resto que se joda.
A medida que una persona va creciendo, se supone que va pensando en que las demás
personas necesitan de mi, y que mamá y papá, también se cansan y que necesitan
de mi ayuda y mi solidaridad.
Podemos
comparar un hogar en el que existe conciencia social, y otro en el que solo
existe el pensamiento oportunista. En el que existe conciencia social, existe
ayuda y cooperación mutua entre los integrantes de la familia, y se reparten
las tareas comunes, es decir, se va a cocinar, y todos intervienen para ayudar,
uno pica las verduras, el otro prepara el arroz, el otro organiza la mesa, y el
otro lava los platos. En un hogar de pensamiento oportunista, se carga todo el
trabajo doméstico a una persona, que es la que cocina, organiza la mesa, lava los
platos y limpia la cocina, mientras que el resto solo espera que le sirvan,
come y luego se levanta de la mesa a descansar. La conciencia social implica
cooperar con solidaridad con el trabajo de otros, y que va a beneficiar a todos
en conjunto.
Igualmente,
se puede analizar dos comunidades, una conciencia social y otra sin
consciencia social. En la primera, las personas trabajan, pero a su vez
cooperan con la comunidad para mejorar las condiciones de vida, entonces realizan
labores sociales como la siembra de árboles para mejorar el medio ambiente; la
limpieza de las riveras de los ríos; organizar almuerzos para financiar labores
sociales; organizar eventos sociales para el beneficio de una comunidad;
financiar proyectos sociales para la construcción de un acueducto para una
comunidad; recaudar recursos para financiar regalos de navidad para niños de
escasos recursos; recaudar recursos para becas para niños de escasos recursos.
En
una comunidad sin conciencia social, las personas no toman partida por actos
que no los beneficien a ellos. No existe un verdadero acto de conciencia
social, donde se ofrezca un servicio a la comunidad, sino que es un acto que le
generan beneficios a ellos mismos. Los almacenes comerciales invitan a sus
clientes a donar a favor de niños y personas necesitadas, pero realmente lo que
hacen es recaudar fondos de terceros, sin invertir fondos propios, y con ello a
su vez, obtienen beneficios tributarios. En las comunidades con ausencia de
conciencia social, los problemas de pobreza y las diferencias entre clases
sociales son evidentes, y cada quién vive en un mundo aparte. Las ciudades se
dividen en barrios de ricos y pobres, y la gente no le gusta mezclarse. Unos se
preocupan por mantener su estatus social y los otros se ocupan de sobrevivir.
En
las comunidades donde hay conciencia social, siempre existen puentes entre
ricos y pobres, y se presenta la ayuda mutua, hay solidaridad y empatía entre
las personas. Las personas se preocupan porque existan colegios dignos para los
niños de escasos recursos, que se hagan obras sociales o actividades sociales en
barrios pobres, o porque se done comida a los más necesitados, o se suministren
vacunas y medicamentos a los enfermos con escasos recursos.
La conciencia social se desarrolla
con las acciones y no con los discursos.
Las
personas tienen una noción de ética y moral, que les permite hablar de la
responsabilidad social, de la solidaridad y del bien común. Ello es filosofía y
retórica, que implica desarrollar una línea de pensamiento y organizar palabras
bonitas para un buen discurso, pero la consciencia social es más que un
discurso, una forma de vida, desarrollada en todo nuestro proceso de
crecimiento. Por tanto, podemos ver personas que hablan de conciencia social,
pero no la practican.
La conciencia social no es de
derecha, ni de izquierda.
La
conciencia social va más allá de una concepción política, pues es un tema de
ética y moral, puesto que puede haber un socialista oportunista sin consciencia
social, que maneja un mero discurso y retórica, y puede haber un capitalista
que desarrolla una empresa, y a su vez ayuda a sus trabajadores y a los vecinos
de la empresa a mejorar sus condiciones de vida.
Un
gobierno capitalista igualmente puede desarrollar programas de apoyo a las
comunidades más necesitadas, puede invertir en obras como acueductos, alcantarillados,
escuelas para la población más necesitada.
El
problema no es la ideología política, sino la falta de consciencia social. Si
quién llega al poder no tiene conciencia social, no la va a practicar. Los
políticos pueden dar muchos discursos llenos de consciencia social, pero son solo
filosofía y retórica, que no aplican a las verdaderas necesidades de la
comunidad.
Igualmente,
un gobierno no lo define una ideología, pues un gobierno implica el desarrollo
de un programa o ideal de gobierno dirigido a la protección de los derechos de
los ciudadanos. Un gobierno con falta de conciencia social no redistribuye
equitativamente la riqueza, sino que fomenta la desigualdad.
Un
gobierno capitalista sin falta de conciencia social fomenta el discurso
oportunista, donde primero soy yo, segundo soy yo, tercero soy yo, y los demás
que se jodan.
Un
gobierno socialista fundado en la lucha entre clases y el resentimiento entre
clases, promueve el discurso egoísta de si yo estoy mal, los demás también deben
estar mal.
Qué genera la ausencia de conciencia
social.
La
ausencia de conciencia social genera antipatía entre las personas, el
distanciamiento social y el odio entre clases, que genera barreras y fronteras,
llegando incluso a la guerra.
La
ausencia de conciencia social es un problema que se debe trabajar, y se le
resta importancia.
La
falta de conciencia social en la política es supremamente grave. Es tan
trágico como si tuvieras que enviar un trabajo por correo y no funciona el
internet; o como si vas a ir a la playa todo un día y se te queda el
bloqueador; o cuando vas a una fiesta y se te mancha el vestido una hora antes;
o cuando te tomas un purgante y te cortan el agua; o cuando sales de arreglarte
el pelo en una peluquería, y alguien te tira un chicle; o cuando vas a una
entrevista de trabajo y un carro te salpica agua de un charco en tu ropa; o que
vas a tener invitados para cenar, y se te daña la estufa, y ya habías comprado
toda la comida para prepararla. No puedes construir una mejor comunidad sin
conciencia social, como dijimos es una tragedia.
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